Los cañicultores están recibiendo por su producción casi 20% menos que el año pasado. Las negociaciones con la industria para mejorar los precios fracasaron y como consecuencia los agricultores tienen menos capacidad de inversión para los cultivos.
El representante de Cañeros Orgánicos Asociados (Cora), Jorge Báez, explicó que este año la industria paga G. 130.000 la tonelada más el impuesto al valor agregado y un litro de combustible para las fincas cercanas, mientras que para las áreas más lejanas entregaba tres litros de combustible. En el 2020 el precio alcanzaba los G. 160.000 por tonelada.
La asociación intentó negociar con Azucarera Paraguaya, que, por su parte, argumentó que no está logrando ubicar sus productos en el mercado, mientras que los precios internacionales se precipitaron y por el momento ni siquiera hay contratos para nuevas exportaciones.
En simultáneo el contrabando no paró y sigue compitiendo de manera ilegal con el azúcar paraguaya que a su vez se abastece de la producción local.
crítica situación. Ya el año pasado las fábricas fraccionaron los pagos y recién hace unos meses los cañicultores recibieron el 50% que faltaba. A esto se suma la incertidumbre de este 2021, por la disminución de precios y la merma de la producción que arrastran de la zafra pasada debido a la falta de lluvias.
Como consecuencia de estos factores, Báez mencionó que los cultivos están semi abandonados, mientras que está en riesgo el pago extra que reciben desde el exterior por una certificación de comercio justo que contempla el cuidado del medioambiente y de los derechos humanos, entre otros.
Esta situación coincide con el reciente lanzamiento de la zafra cañera en Caaguazú, donde las autoridades expusieron los logros de la agricultura.