Además, la magistrada rechazó las medidas menos gravosas solicitadas por la defensa de Morales.
El hombre está imputado por homicidio doloso, como principal sospechoso de ser el autor material del crimen de Robert Fabián Marín (23).
A fines de noviembre, el juez Penal de Garantías Raúl Florentín dispuso su prisión en la sede del Departamento de Investigación de Delitos de la Policía Nacional durante diez días, debido a un informe médico. Ahora el encausado deberá ser trasladado a la Penitenciaria Nacional de Tacumbú por orden de la jueza Lovera.
El pasado 6 de diciembre, Luis Samaniego Correa, abogado defensor de Gregorio Morales Macchi, solicitó al juez penal de Garantías Raúl Florentín la constitución de un médico forense de forma urgente para realizarle un examen de salud a Morales.
En esa oportunidad, el abogado expresó que su defendido “tuvo una descompensación general a raíz del mal de Parkinson avanzado que padece, sufriendo alteraciones en su postura y equilibrio. Eso le crea dificultad para ingerir alimentos y agua, problema al hablar y deshidratación”, expuso. También aclaró que Papo Morales es adicto a la cocaína.
La inspección médica del encausado dispuesta por el juez fue realizada por un médico forense de la Fiscalía. Luego de tener a la vista el dictamen médico, la jueza Lovera decidió disponer el traslado de Gregorio Papo Morales a dicho penal capitalino.
Por su parte, la pareja de Papo, Cynthia Burgos, que también está vinculada al caso de homicidio doloso, fue procesada por omisión de auxilio, omisión de dar aviso de un hecho punible y frustración de la persecución penal, y guarda reclusión en el Buen Pastor.
ANTECEDENTES DEL CRIMEN. Papo Morales aguarda recluido en la sede policial desde el pasado 26 de noviembre, luego de ser capturado como el principal sospechoso de asesinar a Marín, quien se encontraba en un vehículo estacionado frente a un local gastronómico en el barrio San Pablo, cuando ocurrió el crimen. En las imágenes de una cámara de seguridad se puede observar cómo un hombre baja de una camioneta blanca, abre la puerta de un auto negro y efectúa los disparos de arma de fuego. Luego vuelve a su vehículo y se da a la fuga junto con una mujer.
Desde el asesinato de Robert Marín los amigos y familiares de la víctima realizaron varias manifestaciones exigiendo justicia y denunciando supuestas influencias que tiene Papo Morales en la Justicia, por lo que temen que no tenga un castigo ejemplar.
“La Justicia está prostituida porque esta clase de delincuentes, con poder económico y contactos, ya no debía estar afuera. Se debería pudrir en Tacumbú. Entiendo que por el protocolo está en investigaciones”, había declarado Robert Marín, padre de la víctima.