08 ago. 2025

Oportunidad de construir una verdadera democracia social

La crisis originada por la pandemia del Covid-19 ofrece una excelente oportunidad para corregir la desigualdad del sistema sanitario, la vivienda y la nutrición, según destaca la filósofa estadounidense Martha Nussbaum, quien además sostiene que esta situación ha reactivado en la ciudadanía el deseo de una democracia social. En el Paraguay se siente particularmente este renovado celo ciudadano a través de la participación en los medios y las redes sociales, que ha logrado efectos políticos notables en las últimas semanas, como modificar montos de subsidios, extender la cuarentena, destituir a una senadora y hacer renunciar al titular de la Dinac por denuncias de corrupción.

La crisis global como la que vivimos ante la amenaza de la pandemia del Covid-19 puede hacer virar a una sociedad hacia un mayor autoritarismo, como también puede despertar el deseo colectivo de una mayor democracia social. Es lo que apunta en una entrevista publicada ayer por este diario la reconocida filósofa estadounidense Martha Nussbaum, autora del libro Monarchy of fear (Monarquía del miedo).

La pensadora expone con mucha claridad los peligros que supone esta emergencia, como también las positivas experiencias que podemos extraer de ella como sociedad: “Esta crisis está provocando un mayor miedo y eso, en retorno, puede provocar un deseo de buscar el confort de un líder poderoso, con lo que las democracias se ponen en riesgo. Pero, en realidad, yo no veo que esté pasando. Lo que veo en mi país es un sano deseo por la coordinación que está corrigiendo exitosamente el mito de que no necesitamos un Gobierno Federal. La gente ve que es absurdo que los estados compitan entre ellos por material y esto reactiva el deseo de una democracia social, de un nuevo New Deal (nuevo acuerdo), donde esencialmente las necesidades de las personas son la verdadera misión de un gobierno federal fuerte”.

Nussbaum coincide en que la crisis global ante la pandemia es una oportunidad para corregir la desigualdad del sistema sanitario, la vivienda y la nutrición, entre otras graves falencias del sistema que han quedado de resalto.

En el Paraguay se siente particularmente este renovado celo ciudadano a través de la activa participación en los medios y en las redes sociales, desde que se iniciaron las drásticas medidas dispuestas por el Gobierno. Aunque la gente se ha visto impedida de salir de sus casas, ello no ha impedido que pueda manifestarse utilizando las comunicaciones digitales para expresar sus críticas y opiniones con mucha fuerza, tanto que se ha logrado efectos políticos notables en las últimas semanas.

Entre ellas, la expresión social logró modificar una primera intención del Ejecutivo de levantar la cuarentena total a fines de marzo, por presunta presión de sectores empresariales. También una fuerte crítica al exiguo monto del subsidio alimentario para familias humildes, establecido inicialmente en 230.000 guaraníes, logró que se aumente a 500.000 guaraníes.

Además, una oleada de críticas hizo que el presidente de la República ordene recortar temporalmente los altos sueldos de autoridades y funcionarios estatales, incluyendo a legisladores y a empleados de binacionales, y que se pongan en marchas acciones para reformar la estructura del Estado.

La movilización ciudadana virtual logró que el Senado, en su primera sesión online, proceda a expulsar a la senadora María Eugenia Bajac, por sus acciones irresponsables y abusivas, bajo la figura del uso indebido de influencia. Igualmente, obtuvo la renuncia del presidente de la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil (Dinac), Édgar Melgarejo, por denuncias de presunta corrupción.

Existe un nuevo proceso de construcción de una mejor sociedad democrática en marcha, en medio de la emergencia. No lo perdamos de vista y aportemos a su fortalecimiento.