18 jun. 2025

OPINION PÚBLICA

Réplica sobre abandono de mujer con trastornos
Con respecto a lo publicado en la página 25 del día 27/04/7 “Nadie se ocupa de una mujer con trastorno mental”, me gustaría confirmar y desmentir algunos datos que en esa información se expone.
1. Es cierto que “La chaparrita” duerme en las veredas, que hace sus necesidades donde puede, que se baña desnuda en la plaza, que posee una profunda herida en la pierna y quién sabe qué otras heridas más que no podemos ver.
2. Es cierto que el Estado, el que debería ocuparse de ella no lo hace; pero aquí cabría la pregunta ¿de qué o de quién se ocupa el Estado?
3. Es cierto que “La chaparrita” ocasiona incomodidades –especialmente la antihigiénica– y la de ubicarse en una esquina donde funciona un centro de estudios privado. Desde que Columbia habilitó esa esquina se hizo más evidente la presencia de esta señora que en otra época no incomodaba tanto como ahora. También es cierto que causan una incomodidad las motos de los alumnos que se estacionan en plena vereda de Antequera donde no deberían estacionarlas, pero la tolerancia hace que obviemos esta incomodidad.
4. No es cierto que nadie se ocupa de ella porque existen personas que ven más allá de las comodidades y siempre la ayudan como pueden.
5. Tal vez sea cierto que sea violenta, pero aquí es necesario aclarar el tipo de violencia de la que se le acusa, puesto que vive arrastrada no sé cuál es el temor que generaría una persona en estas condiciones. Apenas se comunica, por lo tanto ni de agresión verbal la podemos acusar. Todos nos defendemos (así como esta señora que les informó del caso que se defendió o ¿defendió a la chaparrita?), porque la defensa es un derecho de todos y también la obligación de otros que se hacen los desentendidos.
6. No es cierto que desde hace tres meses esté instalada en la esquina, ella viene de vez en cuando por algunos días y luego se va quién sabe a dónde.
7. No es cierto que nadie la ayuda, por suerte hay personas que se ocupan por lo menos de sus necesidades básicas o ¿debemos esperar que el Estado la alimente?, a veces se impone una ayuda inmediata y eso solo los vecinos podemos hacerlo.
8. No me atrevería a decir que “La chaparrita” sufre trastornos mentales o en todo caso deberíamos clasificar dicho trastorno, porque ¿quién es el que no está trastornado en esta sociedad? Creo que el tipo de trastorno que padece no es tan grave, puesto que tiene noción de la limpieza, se baña en la plaza, y también utiliza perfectamente lo que está a su alcance para defenderse. También sabe agradecerte muy bien, con la mejor de sus sonrisas, un gesto de atención.
Conozco a “La chaparrita” y me consta que necesita ayuda y estoy segura de que enviarla al Neuropsiquiátrico no es ninguna solución, a no ser que queramos deshacernos de ella porque nos molesta la visual. Imagínese lo que sucedería si tuviéramos que enviar a dicho lugar a todos los que nos incomodan. Tal vez las otras soluciones tengan que involucrarnos y no estemos dispuestos a hacerlo y entiendo que no es una obligación social, a lo mejor humana; pero en esta época en donde solo el que produce cuenta, “La chaparrita” es todo un obstáculo.
Espero que como comunicadores sociales haya un espacio o una campaña para que el problema de ella sea solucionado, y que también se acerquen a ella para chequear la información, aunque ella no hable, habrá indicios de que su trastorno no es tanto y que también quiere pedir ayuda o denunciar algo.
Ramona Carolina Rojas Benegas
C.I. 785822
Réplica de la Intendenta
Evanhy de Gallegos

Tengo a bien dirigirme a ustedes para manifestarles mi sorpresa e indignación ante una publicación en la sección Cuarto Oscuro, del día jueves 26 de abril del corriente, que dice textualmente: “Taiwán donó mucha blatita para la compra de equipos informáticos a la Intendencia Municipal de Asunción ¿Se gastará todo solo en equipos informáticos”.
Antes que nada, el periodista que publicó irresponsablemente tal versión debió saber que la donación del país hermano fue en equipos informáticos, y no dinero en efectivo, como pretende dar a entender el escrito al hablar de “blatita”. Además, la Comuna de Asunción hizo pública esta información, tanto en su página web como en otros medios de comunicación que dieron cobertura al acto.
Con este tipo de insinuaciones carentes de veracidad, creo que la propia prensa se automanosea al difundir informaciones falaces, que injustamente pretenden dañar la imagen de la administración municipal, salpicando de paso a un Gobierno como el de Taiwán que desde hace años ha venido colaborando con aportes, en este caso materiales, a diversas instituciones del país.
Sin otro particular, aprovecho la ocasión para saludarles muy Atte.
María Evangelista Troche de Gallegos
Intendenta Municipal de Asunción