Tres días después de autoproclamarse jefe de Estado de Venezuela, Juan Guaidó escribió al secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, pidiendo ayuda para enfrentar la crisis humanitaria del país.
Pero la representación de Venezuela en el organismo está en manos del gobierno del presidente Nicolás Maduro y Guterres no puede aumentar la respuesta humanitaria en Venezuela sin la aprobación de Maduro o la autorización del Consejo de Seguridad de la ONU.
“Naciones Unidas están preparadas para aumentar sus actividades en Venezuela en las áreas de asistencia humanitaria y desarrollo“, dijo Guterres a Guaidó en una carta fechada el 29 de enero y vista por Reuters el miércoles. “Para eso, las Naciones Unidas necesitan, sin embargo, el consentimiento y la cooperación del Gobierno”.
El intercambio ilustra cómo una campaña liderada por Estados Unidos para el reconocimiento internacional de Guaidó por sobre Maduro ha dejado a la ONU y a otras organizaciones internacionales atrapadas en una división global sobre el tema.
La mayoría de los países latinoamericanos, Canadá y las naciones europeas han reconocido a Guaidó o están a punto de hacerlo. Pero esos rápidos endosos han provocado respuestas airadas de Rusia, China y algunos estados latinoamericanos con gobiernos de izquierda que reconocen al gobierno de Nicolás Maduro, y la cautela de algunas naciones africanas y caribeñas.
La división internacional también está frenando decisiones rápidas en otros grupos multilaterales, como el Fondo Monetario Internacional –con sede en Washington– y el Banco Mundial, cuyo reconocimiento del gobierno de Guaidó podría ayudar a obtener préstamos muy necesitados por Venezuela.
El gobierno de Maduro ha negado que haya una crisis humanitaria en el país, atribuyendo los problemas económicos a las sanciones. Venezuela lidia con desabastecimiento, enfermedades prevenibles y una hiperinflación que llegaría a 10 millones por ciento en el 2019.
Votación. La vía más rápida para que un país o países intenten privar al gobierno de Maduro de su representación del país ante la ONU sería presentar un proyecto de resolución a la Asamblea General para su votación. Sin embargo, diplomáticos dijeron que actualmente tal medida no podría obtener el apoyo mayoritario necesario para tener éxito.