Once acusados por una carga de más de 18 mil kilos de marihuana decomisada en el 2016 en Villeta, fueron condenados ayer a penas de entre 17 y 26 años de cárcel, tras un juicio oral y público.
Los jueces Juan Carlos Zárate, Héctor Capurro y Cynthia Lovera aplicaron penas mucho más altas de las requeridas por el fiscal Antidrogas, Marcelo Pecci, con el argumento de que tienen la potestad, según la ley. El agente había solicitado penas de entre 11 y 15 años.
Así, condenaron a Rubén Antonio Fleitas a 26 años de cárcel; a Erwin Jorge Solalinde a 24 años; mientras que Miguel Estigarribia, Agustín Miguel Rodríguez y Óscar Daniel Bordón, recibieron 20 años de encierro cada uno.
Igualmente, Carlos Rubén Pérez, fue condenado a 19 años de prisión; Rafael Molina, Cristian Ramiro, Antonio Gómez Villalba y Luis Carlos Arroyo, a 18 años cada uno.
Además, a Carlos Miguel Estigarribia, otro procesado en la causa, le dieron la pena de 17 años de penitenciaría.
EL CASO. Según señalaron los magistrados, se probó que el 29 de abril del 2016, los procesados fueron detenidos con una carga de 18.680 kilos de marihuana que estaban distribuidos en 917 bolsas.
Alegaron que con el operativo de la Secretaría Nacional Antidrogas frustraron el envío de la carga en dos embarcaciones que se encontraban en el arroyo Paray, Villeta-Alberdi, que tiene conexión con el río Paraguay.
La mercancía decomisada, según los antidrogas, fue la segunda mayor carga de marihuana incautada en nuestro país y que iba a ser enviada en un lanchón y una lancha de aluminio.
El operativo, según dijeron los jueces, fue a través de un informe de inteligencia, pero no se dio la identidad del que reveló los datos.
Refirieron que se probaron los hechos alegados. Que los mismos iban a enviar la droga en las dos embarcaciones por el riacho y de ahí al río Paraguay.
Los agentes realizaron el seguimiento a la carga proveniente de San Pedro. Esta fue transportada en diversos vehículos y un camión portacontenedores con lo que llegó hasta la orilla del riacho.
En el procedimiento también fueron decomisados los vehículos, los cuales fueron comisados por orden judicial, con excepción de un container que será devuelto a quien presente los documentos.
Tras el fallo, los familiares se acercaron a los acusados. Hubo llanto y abrazos. Incluso, uno de los detenidos, al ser llevado a la celda, golpeó la mesa de los jueces, quienes ya se habían retirado.
Lo más seguro es que la defensa apelará el fallo, teniendo en cuenta que los magistrados condenaron a penas mucho más altas que las que fueron requeridas por el representante del Ministerio Público.