La víctima fatal nuevamente a causa de una situación de inseguridad fue identificada como Dionisio Gauto Bogado, de profesión plomero.
INTERVENCIÓN. Agentes de la Comisaría 35ª de Pedrozo mencionaron que aproximadamente a las tres de la mañana de ayer se presentó en la oficina de guardia de la dependencia policial Laura Noemí Gauto Melgarejo (26), para denunciar que personas desconocidas ingresaron a su domicilio y se alzaron con una motocicleta. Al percatarse del hecho, el padre de la mujer, Dionisio Gauto Bogado, salió al patio y se dio cuenta de que la motocicleta ya no estaba en la casa.
Según Laura Gauto, la desesperación invadió a su progenitor, quien decidió, en ese estado, salir de su casa a buscar a los ladrones que se habían llevado su motocicleta.
Sin embargo, el tiempo pasaba y ante la tardanza de su padre en volver, Laura decidió acudir a la comisaría para ponerles al tanto de la situación a las autoridades.
Agentes de la dependencia policial, junto con la denunciante, subieron a una patrullera y realizaron un recorrido por la zona.
Lamentablemente, a doscientos metros de su vivienda encontraron ya sin vida a don Dionisio Gauto Bogado. Su cuerpo fue encontrado tendido a un lado de una calle, con varias heridas de arma blanca en el pecho.
La presunción de los agentes es que el hombre alcanzó a los ladrones, pero estos reaccionaron con arma en mano.
BUENA NOTICIA. Por otro lado, el viernes fue dada de alta en el Hospital de Trauma, Camila Fiorella González Moreno (18), quien había caído de una unidad del transporte público en la ciudad de San Lorenzo, del Departamento Central, tras un asalto.
La joven fue despojada de su teléfono celular por un supuesto vendedor ambulante cuando estaba en el colectivo. Ella quiso bajar tras el descuidista para recuperar su teléfono, pero se cayó al asfalto, se golpeó la cabeza y tuvo pérdida parcial de la memoria. Ayer manifestó a Telefuturo, que estaba “dispuesta a correr ese peligro”, porque necesitaba el trabajo para poder estudiar el próximo año.
La víctima indicó que estaba sentada en el asiento trasero, usando el celular, cuando el asaltante la despojó del aparato. “Tenía abajo y me quitó igual”, detalló.
La inseguridad no permite respiro alguno a la ciudadanía que siente desesperación por la réplica sinfín de los hechos delictivos. La sensación es que la gente debe estar con un ojo abierto, incluso en horas de descanso.
Un hombre habría salido detrás de los ladrones que ingresaron a su domicilio. Horas después, agentes hallaron a 200 metros de su hogar su cuerpo sin vida y con varias heridas hechas con un puñal.
LA CRIMINALIDAD Y SU SECUELA DE SANGRE Y MUERTE