En el marco de sus primeros cien días de gobierno, que se cumplen mañana, Trump firma dos órdenes ejecutivas que buscan facilitar las detenciones de inmigrantes y apuntan contra las ciudades y condados, denominados santuarios, que limitan la colaboración de sus policías locales con las autoridades de inmigración.
El anuncio fue hecho por el asesor de inmigración Tom Homan, junto a la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, que hablaron con la prensa sobre los renovados esfuerzos de la administración para cumplir con la promesa de deportaciones masivas y el control de la frontera.
La primera orden pretende “fortalecer y dar rienda suelta” a las fuerzas del orden de Estados Unidos para perseguir a los inmigrantes, en especial aquellos con récord criminal, dijo Leavitt. La segunda orden instruye a los departamentos de Justicia y Seguridad Interna a publicar una lista de jurisdicciones estatales y locales que “obstruyen la aplicación de las leyes federales de inmigración”. Tanto Homan como Leavitt afirman que el Gobierno Trump se concentra en mantener a los ciudadanos “seguros”. EFE