Fallaron los controles locales, ya lo sabemos. Tenía comprado el sistema corrupto bien aceitado. Políticos colorados que le prepararon el camino para ser candidato sin tener los años de afiliación y luego a platazo limpio ganar los comicios y dar de comer con el mensalao a unos 50 legisladores, a los que duplicó el salario oficial que recibían. Luego fue mas fácil con la Fiscalía y los jueces a los que domesticó con un Consejo de la Magistratura y Jurado de enjuiciamiento absolutamente serviles.
Tenía el control de la puerta de entrada y salida al sistema de justicia. Durante su gobierno el comercio de mercaderías de contrabando alcanzó ribetes multimillonarios e implicó a grupos criminales fronterizos y globales que se metieron al sistema de logística que había abierto el camino al crimen transnacional. En la misma carga iban cigarrillos, armas, drogas e incluso personas. Los aviones iraníes iban y venía llevando y trayendo cosas inimaginables, y ahí sonaron las alarmas de EEUU y comenzaron a operar en una nueva especialidad de su política exterior: las sanciones. Efectivas, dolorosas y brutales. Le sacan la capa de empresario para convertirlo en traficante y terrorista a él y sus familiares. Lo convierten en un leproso. Si hubiera habido una Justicia local eficiente no hubiera habido necesidad que intervengan desde afuera. Pero ya es muy tarde.
Atentado a nuestra soberanía si lo ha sido el haber convertido nuestra institucionalidad en sirvienta de bastardos intereses. Ya no mandaban políticos, legisladores, jueces ni fiscales. Se impuso la mafia en su sentido actual, ya que históricamente esa expresión era sinónimo de lucha por la soberanía: (morte al franchesi Italia anhela). El acrónimo mafia como comunidad secreta buscaba expulsar al invasor francés en territorio italiano. Aquí al revés. La mafia se convirtió en poder y las instituciones quedaron a su servicio prostituyendo todo a su paso y convirtiendo a sus referentes en figuras admiradas.
Corrupción en todo sentido y campo que llega a su fin. El Norte tarova como le decimos a ese viento que sopla de forma desordenada pero brutal ha llegado al país y ha golpeado con severidad a uno de los factores dominantes de la política por una década. La inclusión a la lista negra es el golpe final, afecta a todas sus empresas, incluido el Partido Colorado. Solo le abren una ventana para pagar una multa en territorio de los EEUU.
Lo más parecido que conocíamos en siglas era OFAT (Oficina Fiscalizadora de Algodón y Tabaco); quién hubiera pensado que una OFAC descubierta por Cartes golpearía tan profundamente al tabacalero con un certero disparo a su quilla.
El hundimiento es solo cuestión de días.