Seleccionadas obras del artista paraguayo Andrés Campos Cervera, conocido como Julián de la Herrería, ocupan un espacio especial en el Centro Cultural de España Juan de Salazar (Tacuary 745 casi Herrera), que puede ser visitado con acceso libre, de lunes a sábados, de 10:00 a 19:00, con agendamiento previo a través del (0974) 599–961.
Se trata del Museo Julián de la Herrería, habilitado en el marco de la venida de la reina Letizia. El sitio alberga más de un centenar de piezas creadas por él, que ofrecen una experiencia de recorrido por la vida y producción del artista nacido el 3 de mayo de 1888 en Asunción, quien realizó su formación artística en España, donde se inclinó hacia la cerámica y se convirtió en un cronista de las leyendas guaraníes y del folclore del país a través del barro.
En el espacio se exponen un conjunto seleccionado del acervo de 400 obras de su autoría, que fueron donadas en su momento por Josefina Plá, viuda del artista, a la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid).
Además de las creaciones, el lugar cuenta con una serie de paneles, con textos explicativos alusivos a diferentes momentos de la vida de Julián, de su esposa y sobre las propias piezas.
Museo. La predisposición de las obras se encuentra guiada por un orden cronológico, a lo largo de los diferentes ambientes que componen la propuesta. En el primer espacio, se abordan sus inquietudes arqueológicas en el campo de la cerámica en el periodo titulado entreguerras, de 1922 a 1937.
Otro espacio está dedicado a Josefina Plá como ceramista inspirada en la cultura de los payaguáes, una de las etnias del país. La influencia intelectual de la dramaturga y la creación del grupo Arte Nuevo (1954), un hito en la historia del arte contemporáneo del país, con varios cuadros y objetos de ese periodo, también se exploran en otro ambiente.
Asimismo, el legado de Josefina, su postura de testigo ante la desaparición física de Andrés Campos Cervera, su vinculación en el ámbito artístico en el Paraguay de mediados del siglo XX y el legado de los artistas que orbitaron a su alrededor en busca de aliento, consejo y apoyo, ocupan un área del museo.
Propuesta. “Hecho con absoluto rigor histórico, siguiendo un orden cronológico, con un valor didáctico, para todos los públicos”, manifiesta la curadora María Blanco, al referir sobre la exposición. Asimismo, expresa que una de las intenciones de la propuesta es lograr “impresionar” a las personas que acudan a verla, como resultado de un trabajo “bien elaborado y hecho con mucho cariño”.
