La Cámara de Comercio de los Estados Unidos en Argentina (AmCham) expresó su “preocupación frente a recetas artificiales para el control de la escalada inflacionaria”.
El pasado martes, la Secretaría de Comercio Interior de Argentina, tras lograr un consenso parcial con productores de alimentos, decidió congelar por tres meses los precios de 1.500 productos de consumo masivo para poner un freno a la inflación, uno de los principales problemas macroeconómicos del país suramericano. De acuerdo con los últimos datos oficiales disponibles, la persistente alta inflación en Argentina creció en septiembre pasado el 52,5% interanual y acumuló en los nueve primeros meses del año un alza del 37%.
En particular, para el conjunto de alimentos y bebidas, se registró en septiembre un aumento interanual del 53,4% y un alza acumulada en lo que va del año del 36,6%. Para las empresas de capital estadounidense, la medida podría transformarse en “una bomba de tiempo” que provoque que el “arrastre futuro sea de un mayor nivel de precios cuando la medida termine”. EFE