En el Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), existe actualmente, además de la división ya conocida entre efrainistas y llanistas, una nueva fragmentación que afecta al oficialismo partidario liderado por Efraín Alegre.
Distintas son las razones, y se cuenta entre estas el desgaste del líder partidario, pero no es el único motivo, puesto que últimamente existen diferencias importantes con que de vuelta él sea candidato en 2023, por lo que algunas figuras ya le salieron al paso.
Las diferencias con Efraín dentro de su propio equipo de senadores ya se venían acrecentando, pero fue la reacción de él hacia los senadores que desoyeron la postura partidaria de votar por la derogación del acuerdo Cartes-Macri la que motivó que algunos ya se le rebelaran abiertamente.
Los ausentes en esa ocasión de entre los que componen la línea oficialista partidaria fueron Eusebio R. Ayala, Amado Florentín, Salyn Buzarquis y José Ledesma.
Tras ello, Efraín consideró traidores a quienes no estuvieron en la sesión, pero se contaba con sus votos en la oposición para lograr rechazar el acuerdo mencionado, que se tilda como lesivo a los intereses patrios.
El mote de traidores no fue bien recibido por los miembros de la bancada B. Una de las primeras reacciones fue que los senadores aludidos se reunieron y llamaron a todos los gobernadores liberales en un encuentro que se considera el inicio de las negociaciones para encontrar un proyecto alternativo que abogue por la unidad y también por hallar un candidato que no esté atado ni a Efraín ni al senador Blas Llano. Este sería Eusebio Ramón Ayala.
La señal de distanciamiento con el proyecto Alegre fue más notoria el pasado 18 de octubre, fecha cara a los afectos de los liberales, donde además de los cuatro citados senadores, tampoco fue un solo diputado.
En este escenario y con la nueva fragmentación, la primera oportunidad para evaluar cómo están dispuestas las fuerzas en el partido serán las municipales de 2020.