Nora Ruoti es una reconocida abogada, empresaria y experta en derecho tributario paraguayo. Figura mediática y referente en el país por su amplia experiencia en el ámbito fiscal, Ruoti se destaca por su compromiso, vocación docente y amor por la legalidad.
“Mi profesión es abogada, experta en derecho tributario, porque la tributación forma parte de la rama del derecho. La liquidación de impuestos está basada en una norma jurídica, no contable, y tiene sus propios principios. Entonces, de repente, la gente cree que soy contadora. Y lo soy, porque me recibí después”, aclaró.
Entre sus mayores gustos profesionales se encuentra la redacción de contratos. “Otra cosa que me hace sentir muy orgullosa es poder ejercer mi profesión dentro de la legalidad. Amo enseñar también, para mí es algo que va de la mano. Me gusta mucho la legalidad”, expresó, reafirmando su vocación.
Ruoti destaca que uno de sus mayores logros profesionales es poder enseñar y compartir lo aprendido. “Eso es lo que más me hace sentir orgullosa. Dedicar mucho tiempo al estudio, pero no guardarme lo que sé. Tengo más de 135 libros porque creo que es demasiado egoísta aprender y no compartir. Me hace sentir orgullosa haber elegido el camino difícil de la abogacía, porque primero me recibí de escribana y luego de abogada”, comentó.
ENTREGADA A SU TRABAJO Y SU FAMILIA
Su espíritu jovial se refleja por donde se la ve y se denomina como una abuela presente. Entre sus pasiones también se encuentran bailar, disfrutar de la vida, correr, nadar y conversar con personas de distintos ámbitos.
“Me he dedicado mucho tiempo a estudiar, a criar a mis hijos, a invertir para tener la vida que me gusta: Viajar, bailar, enseñar, disfrutar. Creo que el mundo nos da muchas oportunidades, y me encanta conocer nuevos lugares. En mi agenda está seguir haciendo cosas diferentes que me apasionen”, afirmó.
Si bien comparte momentos con su nieta Lucía, asegura que lo que se ve en redes es apenas una parte.
“Mi nieta cambió mi vida por completo. Siempre quise tener una niña a quien poder peinar, enseñar, cuidar. Es el mayor regalo que Dios me dio y trato de ser abuela, no madre”, recalcó.
“Ahora que mis hijos son grandes, mi nieta es la persona con la que me encanta pasar todo el tiempo posible. Le tengo un amor inmenso. Es muy especial para mí porque, además de ser mujer, es la primera”, agregó emocionada.
AMOR POR EL ARTE
Nora confiesa que también tiene alma de artista. Estudió declamación y teatro, y obtuvo el título de profesora en esa área. Desde niña se sintió atraída por el arte escénico y asegura que, de no haber sido abogada, habría elegido el teatro.
“Todavía ni leía y mi mamá ya me recitaba mi primera poesía, El sapito glo glo glo, que también le enseñé a mi nieta. Me gustaba mucho el arte y me sigue gustando el teatro”, recordó.
Como asignatura pendiente, menciona que le gustaría pintar de forma abstracta y realizar un viaje en crucero alrededor del mundo.
“Requiere cuatro meses y todavía no me animo. Pero sigo buscando dar mi mejor versión y compartir todo lo que pueda con mi familia, que son mis hijos”, comentó.
Aunque dice no ser de planificar en exceso, sí se considera una mujer de metas. “Planeo, pero sueño con mis proyectos. En lo personal, busco tener más tiempo para mí, para viajar y disfrutar. Hablo tres idiomas: Portugués, inglés y español”, señaló.
MUJER EMPODERADA
Para Ruoti, el empoderamiento femenino consiste en cumplir las responsabilidades personales sin dejar de ser uno mismo.
“Empoderarse como mujer, ser madre y cuidar de los padres cuando llegan a la vejez es una gran responsabilidad. Hay que darles todo el cariño que se merecen”, reflexionó.
Entre sus hábitos innegociables están celebrar el Carnaval en Río de Janeiro y pasar un mes en Europa cada año. “Es una promesa que me hice: Si Dios lo permite, cada año pasar un mes en Europa y continuar con mi estudio jurídico y con la facultad”, afirmó.
Nora reconoce a su padre como uno de los pilares de su vida.
“Mi padre me enseñó los valores, que lo que cuesta vale la pena. Nos mostró el amor por la profesión, el trabajo y los principios”, expresó.
También considera como mentora espiritual a la Virgen María Auxiliadora, patrona del colegio en el que estudió.
“Siempre intento ofrecerle todo lo que hago y pedirle salud física y mental, porque lo demás puedo hacerlo yo”, aseguró.
UN MOMENTO DIFÍCIL Y UNA GRAN LECCIÓN
En 2007, Ruoti atravesó un momento muy duro tras sufrir un grave accidente.
“Mientras controlaba una obra, me caí por la escalera de un pintor y me rompí los cinco metatarsianos. Tuve que guardar cama durante un mes y medio. Fue un dolor tremendo”.
Esa experiencia la impulsó a desarrollar un nuevo proyecto educativo que hoy cumple 17 años y ha formado a más de 17.000 personas.
“Ese momento difícil me sirvió para crear algo que no tenía tiempo de hacer. Dios me dejó aquí por una razón. Construí mi entidad educativa ladrillo a ladrillo. Mi orgullo es no victimizarme”, destacó.
Como reflexión, Ruoti deja un mensaje de fortaleza y esperanza.
“Muchas puertas se cerrarán antes de que se abra la correcta. En los momentos difíciles, lo que me inspira es mi fuerza de voluntad y mi actitud. Me prometí dar siempre lo mejor de mí y vivir como me gusta, aunque a otros no les guste. Lo importante es no dejarse vencer”.
Y concluyó con una enseñanza que siempre transmite a sus hijos:
“Cuando la vida se pone difícil, tienes dos opciones: Victimizarte, como hace la mayoría, o aceptar la situación y buscar lo positivo. Esa es la diferencia entre quedarse estancado o avanzar”, finalizó Nora Ruoti.