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ESTOCOLMO - SUECIA
Un trío de científicos de Suiza, EEUU y Reino Unido ganó ayer el premio Nobel de Química 2017 por el desarrollo de la criomicroscopía electrónica, una tecnología que permite a los investigadores observar la actividad de biomoléculas tras haberlas congelado.
Los trabajos de Jacques Dubochet, Joachim Frank y Richard Henderson hacen posible obtener imágenes de proteínas y de otras moléculas luego de congelarlas rápidamente para preservar su forma, lo que provee una poderosa nueva herramienta para la investigación con fines médicos. “Es como las imágenes que vemos en una película. Cada una de estas imágenes representa un cuadro y pueden ser colocadas una tras de otra como en una película y ver lo que las moléculas hacen”, dijo Peter Brzezinski, miembro del comité del Nobel para la categoría de química.
La criomicroscopía electrónica ayudó a los científicos a completar investigaciones que habían llegado a un punto muerto, al generar imágenes de moléculas de todo tipo, como las proteínas que causan resistencia a los antibióticos o la composición del virus de Zika.
La Real Academia Suecia de Ciencias, que concede el premio de 9 millones de coronas suecas (1,1 millones de dólares), afirmó que el nuevo método había llevado a la bioquímica a una nueva era.
Al congelar las biomoléculas en plena acción, los científicos tuvieron acceso a procesos nunca antes vistos, un avance determinante para la comprensión básica de las funciones moleculares y el potencial desarrollo de nuevos medicamentos.