Ana Lezcano (25) sabe que come algo dulce y salado porque lo ve. Tras padecer coronavirus (Covid-19) perdió totalmente la capacidad de saborear la comida. Huele casi todos los días su frasco de perfume favorito, pero no logra aspirar el aroma, cuenta resignada.
La pérdida del olfato se conoce como anosmia, y la del gusto como agusia, estos síntomas fueron incorporados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) recién en abril como otros signos del coronavirus. Fiebre, congestión y fatiga, fueron los primeros síntomas. Ni siquiera tuvo tos, pero la anosmia y agusia fueron los síntomas que más afectaron a Ana, según relata. Ella siguió tratamiento ambulatorio, con aislamiento en su domicilio en el Departamento Central. “Perdí el olfato y el gusto, y es triste. No siento el gusto de ninguna comida, algunas saben a tierra. Tampoco huelo absolutamente nada, todos los días pruebo oler mi perfume, pero hasta ahora nada”. Ana espera paciente recuperar el gusto y el olfato, tras recuperarse hace varios días. TESTIMONIOS A Lorena Araújo Gayoso (23) el coronavirus también le sacó la posibilidad de oler y saborear lo que come. Incluso, hasta que perdió totalmente el olfato se dio cuenta de que portaba el virus, comenta. Ella vive en uno de los barrios más afectados por el coronavirus: Trinidad. Ella cree que se contagió en el trabajo. Tardó en darse cuenta de que padecía la enfermedad, debido a los síntomas leves. Lorena primero sintió congestión nasal, a lo que no le dio tanta importancia, dice. Un día cuando se levantó, sintió mucho dolor corporal, “como si fuera que me atropellaron, me dolía la espalda, el muslo, la pierna, los brazos”. Tampoco creyó que estos síntomas fueran del coronavirus. En cambio, al día siguiente, toda la familia insistía a Lorena que debía cambiar los pañales a su hija, pero ella no olía nada. En ese momento, tras varios días se dio cuenta de que podría ser coronavirus, por lo que se aisló. El agendamiento del test fue un viacrucis, relata. Clama a las autoridades facilitar el acceso al análisis, porque el costo es elevado en el sector privado. “Esa pérdida del olfato es impresionante. Mi café tenía un sabor a metal. Todo lo que comía tenía ese sabor. Comía una manzana y no era dulce. En la comida no se sentía la sal, tenía sabor a metal. La carne y el pollo tenían sabor a molleja”. Lorena sufría cuando comía porque no le gusta la molleja, una menudencia. Tras varios días, Lorena intentaba oler algo. Aspiraba la mentolina, el alcohol y la vinagre, y le daban esperanzas para recuperar el olfato. “Cosas que sabés cómo huelen, pero no olés nada”. Ella hoy se recuperó y tiene ganas de volver a oler y saborear la comida. SÍNTOMAS Según la OMS, los síntomas más habituales del Covid-19 son la fiebre, la tos seca y el cansancio. Otros son congestión nasal, el dolor de cabeza, la conjuntivitis, el dolor de garganta, la diarrea, la pérdida del gusto o el olfato y otros. “Estos síntomas suelen ser leves y comienzan gradualmente. Algunas de las personas infectadas solo presentan síntomas levísimos”, dice un informe de la institución.
Perdí el olfato y el gusto, y es triste. No siento el gusto de ninguna comida, algunas saben a tierra.
Ana Lezcano,
paciente.
nueva amenaza a la salud