A lo largo de los años, este problema social fue siendo abarcado por las autoridades y también instituciones fuera del Estado. Pero hasta el momento la realidad demuestra que sigue vigente en las ciudades del país; sobre todo, con la presencia de los menores de los pueblos originarios.
Actualmente, de las intervenciones que son realizadas en Asunción y el Departamento Central, ocho de cada diez casos atendidos corresponden a niños indígenas, detalló Jorge Amarilla, director de Protección del Ministerio de la Niñez y la Adolescencia (Minna).
ABORDAJE. Tomando en cuenta ese contexto, Amarilla explicó que tanto el menor como su familia van siendo vinculados a todos los programas con los que cuenta el Estado paraguayo.
Los abordajes son realizados por los chalecos rojos, como se los conoce a los integrantes del Equipo del Dispositivo de Respuesta Inmediata de Abordaje en Calle (DRI CALLE).
Alto riesgo. El trabajo que llevan adelante en la calle los chalecos rojos no conoce de feriados ni climas adversos, refirió el funcionario del Minna. En el día a día, intervienen en lugares donde la integridad de los menores está en riesgo, siendo víctimas de explotación, proxenetismo, etcétera. Las edades de los niños que han encontrado van de 0 a 17 años, contó.
Entre las zonas por donde realizan su recorrido están la Terminal, barrio Zombie en Mariano Roque Alonso. En el interior, por Caaguazú, Ciudad del Este, entre otras ciudades, también enfrentan esta problemática.
Relató que en las intervenciones de los chalecos rojos, llegaron a recibir golpes, pedradas y amenazas.
El equipo cuenta con diferentes profesionales. Quien lo encabeza es el educador. Amarilla adelantó que quieren llegar a contar con sesenta educadores para las distintas zonas del país.
Amarilla comentó que están instalando servicios en las comunidades indígenas de Asunción, Central e interior.
Entre esos servicios para todos los menores abordados están los de salud, educación, identidad, aportes a la familia y visitas que son realizadas de manera periódica.
Además del Minna, en la tarea están involucradas instituciones como el Ministerio de Educación y Ciencias (MEC), Instituto Paraguayo del Indígena (INDI), Ministerio de Desarrollo Social (MDS), entre otras.
DRAMA. El responsable de protección del Minna reveló que casi todos los menores que no tienen el acompañamiento de su familia, consumen drogas. En esas situaciones realizan un trabajo especializado y son internados en los distintos centros de adicciones.
Según relató, hay casos de niños de 10 años que son policonsumidores al ser usuarios de crack, marihuana, cocaína, pastillas, alcohol y también cigarrillos.
Para quienes no tienen familiares cercanos, son llevados a los centros abiertos. En dicho lugar está el equipo técnico especializado que realiza la llegada a la familia.
Explicó que aunque estos niños no tienen contacto con sus familiares, igual estos están en alguna parte. Por ello van realizando la respectiva búsqueda hasta hallar dicho vínculo, mientras aplican las medidas alternativas de protección.
Dijo que actualmente en los centros del Minna están viviendo 65 niños, por diversas circunstancias. El trabajo es realizado conjuntamente con la Dirección de Cuidado Alternativo y con el Centro de Adopciones. La estadía de un menor consumidor en un centro, puede ser de dos a tres años. Al volver con su familia, el proceso de seguimiento dura alrededor de dos años más, contó Amarilla.
“De diez niños abordados hoy en día actualmente en calle, ocho son de niños de pueblos indígenas. El 90% están acompañados de sus padres. Eso quiere decir que no podemos arbitrariamente tomar una decisión, ya que están con la familia”.