Por Javier Núñez
CORONEL OVIEDO
Unas 39 familias indígenas, en su mayoría niños, provenientes de la comunidad Joyvy, de Caaguazú, se encuentran acampadas desde hace unos dos meses a la vera de la ruta internacional número 7, a la altura del kilómetro 174, distrito de Caaguazú. Los nativos manifiestan haber sido desterrados de sus tierras de la zona, donde viven desde hace 75 años.
Las familias no cuentan con agua potable, sanitarios ni alimentos suficientes, mientras los niños presentan síntomas de desnutrición, afecciones respiratorias y de la piel.
Los nativos denuncian el desinterés del Gobierno nacional por permitir que otras personas se apropien de las tierras que, según afirman, les pertenece.
El propietario del predio reclamado es Pedro Guggiari, a quien los nativos culpan de la quema de sus ranchos y de haberles traído bajo engaños hasta el lugar donde ahora se encuentran con la promesa de que en pocos días tendrían otras tierras para sus comunidades.
“Desde que llegamos –hace dos meses– no sabemos nada de ellos, nos engañaron, ahora nuestro cacique se fue a Asunción para solucionar nuestra situación”, comentó Lorenza Franco, una de las indígenas afectadas.
“La ayuda del INDI no alcanza”
“La vida aquí es muy dura para nosotros. Algunas veces vamos a Caaguazú para rebuscarnos y solo ocasionalmente recibimos ayuda del INDI, que nos manda víveres, pero siempre son insuficientes”, dijo el indígena Juan Bautista Rodríguez. “Necesitamos alimentos, remedios, ropa, colchones y frazadas porque hay hambre y enfermedades”, comentó.