Miércoles|2|JULIO|2008
Redacción CDE
Entre las muchas anécdotas y opiniones que vierte la autora del nuevo “best seller” nacional, presentado el lunes último en el Hotel Sheraton en Asunción, Ñata Legal dedica varias líneas a expresar su malestar porque los pobladores esteños le cambiaron el nombre a la ciudad, luego del golpe militar del 2 y 3 de febrero de 1989.
Es “un nombre que habla poco de lo que es esa pujante ciudad. Desde mi punto de vista, es una ingratitud para con el creador (Stroessner), no solo de esta ciudad, sino de la represa de Itaipú, la más grande del mundo, y el Aeropuerto Guaraní, así como el Puente llamado de la Amistad”, escribe.
Párrafos más adelante, señala que Ciudad del Este “prácticamente no tiene nombre, pues solamente, entiendo yo, quiere significar su situación geográfica, a no ser que se haga una mala copia del nombre de Punta del Este, del Uruguay. Este nombre que se le ha impuesto es, pues, a mi entender, totalmente intrascendente y anodino”.
En la cuidada y lujosa edición del libro de 210 páginas, la que fuera la amante más famosa del dictador Alfredo Stroessner, presenta una versión edulcorada de lo que fue su relación sentimental con el hoy finado ex hombre fuerte, que gobernó el Paraguay bajo un régimen despótico durante casi 35 años, entre 1954 y 1989, y con quien tuvo dos hijas, a pesar de que el general estaba casado legalmente con Ligia Mora.
Además de sus memorias, Ñata Legal incluye algunas cartas que Stroessner le escribió de puño y letra, confesándole su amor, y fotografías inéditas, que muestran al ex dictador acompañándola en idílicos paseos en lancha por el río Paraná, compartiendo reuniones familiares o incluso misiones oficiales.
En la foto que ilustra la portada del libro, una Ñata Legal aún adolescente (tenía 15 años cuando el general Stroessner la conoció y la hizo su amante) está sentada en el sillón presidencial del Palacio de López, mientras el ex dictador posa sonriente a su lado.
En sus alusiones a la historia de Ciudad del Este, sin embargo, María Estela Legal no dedica una sola línea a la acusación de haber sido ella quien se enriqueció vendiendo los espacios públicos de las avenidas San Blas y Monseñor Rodríguez, para la instalación de galerías comerciales, convirtiendo a la ex otrora “Ciudad Jardín” en un caótico laberinto urbano, espacios que actualmente están siendo recuperados por la Municipalidad Local.