Con el trofeo del Abierto de Estados Unidos colocado sano y salvo bajo los brazos y el mundo del tenis a sus pies, Rafael Nadal respondió a lo que todo el mundo se estaba preguntando con una tímida sonrisa. “Creo que hablar de si soy mejor o peor que Roger (Federer) es estúpido”, protestó. “Porque los títulos dicen que él es mucho mejor que yo, así que esa es la verdad en este momento. Creo que será verdad toda mi vida”, aclaró.
Federer, de 29 años, tiene un récord de 16 títulos de Grand Slam, pero para Nadal, de 24 años, su noveno triunfo en uno de los grandes fue algo especial.
La victoria por 6-4, 5-7, 6-4 y 6-2 frente al serbio Novak Djokovic para llevarse su primer trofeo en Flushing Meadows convirtió a Nadal en el séptimo hombre en ganar los cuatro Grand Slam, y el primero desde Rod Laver en conseguir victorias en Roland Garros, en Wimbledon y el campeonato estadounidense en la misma temporada.
La pregunta, sin embargo, sigue abierta. Casi desde el momento en que saltó al circuito como un adolescente criado en las canchas de polvo de ladrillo españolas, Nadal ha estado contestando la misma pregunta: ¿Va a ser el mayor jugador de todos los tiempos? El rendimiento de Nadal en Nueva York supone una contundente declaración.
Tras acumular cinco títulos de Roland Garros, dos Wimbledon y un Abierto de Australia, el zurdo de pegada potente se había puesto en mente la joya final de la corona de los Grand Slam. Y no ha descansado hasta haber conseguido ese objetivo que se propuso: alzar su primer trofeo del US Open.
PARA EL GANADOR DEL US OPEN, FEDERER ES EL MEJOR.
EL MEJOR PARTIDO
“Ha sido una sensación increíble”, declaró Nadal. “Jugué mi mejor partido en el Abierto de Estados Unidos en el momento más importante, así que estoy muy muy feliz, claro”, agregó.
“Ganar aquí en el Abierto de Estados Unidos creo que es el torneo más difícil de jugar para mí, en las condiciones más difíciles de adaptación, por ajustar mi juego a esta pista, por las pelotas, por la pista, por todo”, detalló el español.
“He mejorado mucho desde el año pasado, pero nunca es suficiente. No soy un jugador perfecto, Veremos qué pasa en el futuro. No soy un genio”, concluyó, sin perder la sonrisa.