11 may. 2025

Múltiples beneficios del baby ballet

OPCIÓN. Como actividad el baby ballet es excelente. De la mano de la profesora superior en danzas Thalía González aprenderemos todo sobre esta disciplina artística.

El baby ballet es una práctica que está en auge, y que tiene muchos beneficios para los más pequeños de la casa. El baby ballet consiste en clases de baile para niños pequeños, y que están plenamente estudiadas para promover la estimulación de los procesos motrices y corporales en la primera infancia. En este sentido, está comprobado que el contacto con la danza contribuye a una evolución sana y gratificante de las distintas capacidades del niño, según especialistas.

¿Cuál es la edad recomendada para iniciar? La profesora superior de danzas Thalía González señala que la edad recomendable está entre los dos a seis años, un periodo de iniciación al baile de forma general.

“Por un lado está el baby ballet enfocado en niños de 2 a 4 años, y, por otro, el preballet, enfocado en niños de 5 a 6 años”, menciona, y agrega que estas clases están desarrolladas principalmente para promover los beneficios de la estimulación corporal. “El trabajo que hacemos con ellos les abre puertas para cualquier técnica en danza, a través del juego, la creatividad y la imaginación”, indica González.

Beneficios. La práctica de baile en los pequeños tiene múltiples beneficios; entre ellos, ayuda a los niños a desarrollar el control de su cuerpo y mejorar la coordinación. También ayuda a mejorar el equilibrio, los reflejos y el control espacial, además de desarrollar la sicomotricidad, la armonía y la concentración, señala González.

El baile a temprana edad también promueve la salud sicológica y la madurez. A través del movimiento creativo, los niños pueden expresar sus emociones y tomar conciencia de sí mismos, comenta la docente de danza. Por otro lado, explica que el movimiento dentro de una clase de baile ofrece una salida estructurada a la liberación de energía tan necesaria en los chicos “conseguir pequeños logros y desarrollar habilidades les ayudará a fortalecer su autoestima y a lograr la confianza en sí mismos”, indica Thalía González.

Desarrollo. Las clases son de dos a cuatro horas semanales, a través de juegos, comparaciones y cuentos. Los mismos están diseñados para que los niños internalicen los elementos positivos del baile, pero de modo ameno y divertido.

“La idea es que entiendan y disfruten del baile. El baby ballet establece ejercicios previos que benefician a los niños. Además, desarrollamos un programa musical de acuerdo a los objetivos de desarrollo. Por ejemplo, buscamos que los niños aprendan haciendo referencias de sujetos u objetos conocidos por ellos, a fin de que puedan relacionar un movimiento con algo conocido, y no solo se queden con el trabajo de copiar lo que el docente está realizando”, explica Thalía.

Cabe mencionar que esta disciplina es para todos los niños y niñas que quieran aprender y gusten del baile, y que cuenten con los controles médicos respectivos y requeridos para la actividad.

“Se debe presentar un certificado médico, además de contar con la edad requerida, de dos años, que es cuando el aparato locomotor de los niños ya puede asimilar e interiorizar con más facilidad y soltura los movimientos”, añade.

Invitación especial
Thalía González, profesora Superior de Danza, resalta el valor que tiene para los niños el desarrollo sicomotriz en sus diferentes formas, a través del baile y sus métodos.
“Insto a los padres a que se animen a llevar a sus chicos a las clases de baile. Como ya lo había comentado, esta práctica tiene una gran variedad de beneficios para el desarrollo físico, mental y personal de los chicos; son beneficios que perdurarán en sus vidas”, expone la profesional.