La fiscala Irma Llano, de la Unidad Especializada de Delitos Informáticos, procesó a Aranda tras una serie de publicaciones realizadas por medio de Twitter.
En una de ellas, decía: “Vamos a entrar y encima todos juntos y contagiados y te vamos a entregar el virus en delivery, así que fuerza para lo que se viene”.
La mujer vino desde el Brasil y, de acuerdo a las investigaciones, se constató que fue destinada a la casa de retiro San Antonio de Padua de Ciudad del Este para el aislamiento sanitario.
Desde el 24 de marzo comenzó a realizar reclamos en su perfil e intercambiar varias discusiones con otros internautas.
A través de su red social hacía alusión a que en el lugar donde están residiendo se encuentran todos hacinados.
El 26 de marzo último, posteó que lo que se hace con ellos está lejos del protocolo de salud y que en 15 días se va a tener un caldo de cultivo, “y va a llegar a tu casa”, mencionó, sin especificar a quién iba dirigido.
Ruth Aranda ahora está imputada por amenaza de hecho punible. La mujer será citada a declarar cuando termine el periodo de cuarentena.