24 abr. 2024

Muere en la cárcel sanguinario fundador de Sendero Luminoso

Abimael Guzmán

Abimael Guzmán

Abimael Guzmán, el mayor asesino de la historia del Perú, principal responsable de la muerte de más de 69.000 personas como fundador y líder de la banda terrorista Sendero Luminoso, murió el sábado a los 86 años en la cárcel de la Base Naval del Callao donde estaba recluido desde 1992.

El deceso de Guzmán se produjo en la mañana de este sábado, después de varias semanas de deterioro de su estado de salud, afectado por soriasis e hipertensión, que lo llevó a ser atendido por médicos hasta ayer, según informó el centro de reclusión.

El presidente peruano, Pedro Castillo, expresó que Guzmán fue “responsable de la pérdida de incontables vidas de nuestros compatriotas”, a través de un mensaje en Twitter.

“Nuestra posición de condena al terrorismo es firme e indeclinable. Solo en democracia construiremos un Perú de justicia y desarrollo para nuestro pueblo”, agregó.

Guzmán fue uno de los primeros internos en esta prisión construida especialmente para los cabecillas terroristas, durante el Gobierno de Alberto Fujimori (1990-2000), y que estaba bajo el control de la Marina de Guerra.

Cumplía cadena perpetua por terrorismo y su estado de salud fue deteriorándose en los últimos diez años desde el traslado a otra cárcel de su esposa Elena Iparraguirre, considerada la número dos de Sendero y actualmente el único familiar conocido del líder terrorista en Lima. Nacido el 3 de diciembre de 1934 en Arequipa, Guzmán fundó Sendero Luminoso en 1979 bajo las bases del marxismo-leninismo-maoísmo, después de haber transitado por actividades subversivas en su época de estudiante y de promover el partido Comunista del Perú cuando era profesor de filosofía en Ayacucho. EFE

Más contenido de esta sección
Las ventas al público en los comercios pyme de Argentina cayeron un 25,5% interanual en febrero pasado, golpeadas por la pérdida de poder adquisitivo de los consumidores a causa de la elevadísima inflación, y acumulan un declive del 27% en el primer bimestre del año, según un informe sectorial difundido este domingo.
El mandatario decidió crear el fondo nacional de alimentación escolar esperando un apoyo total, pues quién se animaría a rechazar un plato de comida para el 100% de los niños escolarizados en el país durante todo el año.
Un gran alivio produjo en los usuarios la noticia de la rescisión del contrato con la empresa Parxin y que inmediatamente se iniciaría el proceso de término de la concesión del estacionamiento tarifado en la ciudad de Asunción. La suspensión no debe ser un elemento de distracción, que nos lleve a olvidar la vergonzosa improvisación con la que se administra la capital; así como tampoco el hecho de que la administración municipal carece de un plan para resolver el tránsito y para dar alternativas de movilidad para la ciudadanía.
Sin educación no habrá un Paraguay con desarrollo, bienestar e igualdad. Por esto, cuando se reclama y exige transparencia absoluta en la gestión de los recursos para la educación, como es el caso de los fondos que provienen de la compensación por la cesión de energía de Itaipú, se trata de una legítima preocupación. Después de más de una década los resultados de la administración del Fonacide son negativos, así como también resalta en esta línea la falta de confianza de la ciudadanía respecto a la gestión de los millonarios recursos.
En el Paraguay, pareciera que los tribunales de sentencia tienen prohibido absolver a los acusados, por lo menos en algunos casos mediáticos. Y, si acaso algunos jueces tienen la osadía de hacerlo, la misma Corte Suprema los manda al frezzer, sacándolos de los juicios más sonados.
Con la impunidad de siempre, de toda la vida, el senador colorado en situación de retiro, Kalé Galaverna dijo el otro día: “Si los políticos no conseguimos cargos para familiares o amigos, somos considerados inútiles. En mi vida política, he conseguido unos cinco mil a seis mil cargos en el Estado...”. El político había justificado así la cuestión del nepotismo, el tema del momento.