Moro, cuya renuncia a la cartera de Justicia ha generado una crisis política en Brasil, comenzó a prestar declaración en la Superintendencia de la Policía Federal de Curitiba para responder por las graves acusaciones que lanzó contra el jefe de Estado.
Deposición. Entró en las dependencias policiales alrededor de las 14:00 hora local (17:00 GMT) y seis horas después aún permanecía siendo interrogado.
En esta ciudad del sur de Brasil, Moro se convirtió en todo un símbolo de la lucha anticorrupción al liderar durante su etapa como juez las investigaciones de la operación Lava Jato a través de las cuales encarceló a empresarios y políticos, entre ellos al ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Esta vez fue él quien respondió a las preguntas de los agentes bajo la atenta mirada de tres procuradores designados por el fiscal general, Augusto Aras, quien fue nombrado por Bolsonaro en septiembre del año pasado.
El antiguo magistrado dimitió del Ejecutivo después de conocer la decisión de Bolsonaro de destituir al director de la Policía Federal, Mauricio Valeixo, por razones desconocidas.
En su despedida, Moro acusó al mandatario de intentar “interferir políticamente” en la Policía Federal, que investiga a dos de los hijos del gobernante.
Sus declaraciones provocaron un terremoto en el escenario político brasileño y la apertura de una investigación autorizada por la Corte Suprema para esclarecer su veracidad.
DOBLE DIRECCIÓN. El testimonio de Moro fue determinado por el juez del Supremo, José Celso de Mello, decano de la corte, quien autorizó la investigación a pedido del fiscal general Aras.
En ella figura Bolsonaro, quien pudiera haber incurrido en delitos de carácter penal como coacción, prevaricación u obstrucción a la Justicia con base en las declaraciones de Moro.
Aunque también será investigado el propio ex ministro, pues en caso de que no se comprueben sus denuncias podría ser acusado por “calumnia”.
Bolsonaro ha negado vehemente las acusaciones de Moro, a quien este sábado calificó de “judas”.
En los alrededores de la sede de la Policía Federal de Curitiba se concentraron durante este sábado grupos a favor de Moro y, otros que defendían al líder ultraderechista. Manifestantes de ambos lados mantuvieron acaloradas discusiones entre sí e incluso uno de ellos se abalanzó sobre un equipo de reporteros de la red Record, según constató Efe.
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