19 abr. 2024

Mora en puerta

Raúl Ramírez Bogado – @Raulramirezpy

En julio próximo entrará en vigencia la Ley 6059, que amplía las funciones de los juzgados de Paz, y hace que desaparezcan los seis juzgados de Justicia Letrada de la Capital.

Según la nueva legislación, promulgada en el 2018, que da un año de gracia para su aplicación, los juzgados de Paz, que tienen competencia Civil, Comercial o Laboral, con montos de hasta 100 jornales, unos G. 8.125.201, ahora tendrán competencia hasta 300 jornales, unos G. 24.375.601.

Su función antes de la modificación era hacer diligencias encomendadas por juzgados y tribunales; inventariar bienes de fallecidos sin herederos, certificar existencia de personas y domicilios, comunicar casos de abandono, malos tratos y orfandad de menores, autenticar firmas y ejercer funciones notariales, cuando no haya escribanos. También casos de violencia doméstica. Pero su mayor función, por lo menos en Asunción, es realizar los famosos juicios de cobros de guaraníes.

Ahora, su competencia se amplía en asuntos de niñez y adolescencia, a juicios de alimentos, homologación de acuerdos de asistencia, regímenes de convivencia y relacionamiento; restricciones y límites al dominio o condominio, mensura, deslinde y amojonamiento, beneficio para litigar sin gastos, diligencias previas, autorización para casarse, curatela, insania, información sumaria de testigos; medidas para menores y acciones de violencia doméstica.

Por su parte, los juzgados de Justicia Letrada que luego serán de primera instancia deberán concluir sus causas en el año de gracia, y los que no pudieron terminarse, se distribuirán en juzgados de Paz de la capital.

Para poner números al asunto, en la capital, los 9 juzgados de Paz, en el 2015, tuvieron 37.032 juicios ingresados, en el 2016 y 2017, extrañamente, según la Corte, la misma cantidad, 37.444 cada uno, y el año pasado llegaron a 42.981. En todos los juzgados de Paz del país, en el 2018, entraron 92.841 acciones.

En contrapartida, los juzgados de Justicia Letrada, en el 2015, tuvieron 8.791 demandas ingresadas, en el 2016 y 2017, llamativamente, según la Corte, fueron 10.518 cada uno, y el año pasado, la cifra llegó a 8.611. Para hacer una comparación, todos los juzgados laborales del país tuvieron el año pasado 2.709 casos.

Para qué tanta explicación. Es que habrá una migración de los casos de Justicia Letrada a los juzgados de Paz de Asunción. Es decir, si tomamos solo los dos últimos años son cerca de 18.000 casos. De ellos, había un alto déficit de resoluciones, con los que evidentemente varias causas serán remitidas a los juzgados de Paz de la capital, los que sumados en los dos últimos años, ya tienen más de 80.000 expedientes.

Si bien reconozco que las cifras no son tan precisas sobre la cantidad de casos culminados, la cuestión es que antes los procesos que estaban distribuidos en 15 juzgados, ahora pasarán a estar solo en 9, con lo que el aumento de trabajo para los juzgados de Paz será mucho mayor.

Sin embargo, la infraestructura no se adecua a lo que ahora deberá juzgar. Un abogado que va a un juzgado de Paz en la zona del Palacio de Justicia, sabe que cada juicio tarda una eternidad porque están sobrepasados, los expedientes están apilonados en los estantes, y lo más común es que se extravíen. Ir a buscar uno es todo un parto. Me imagino lo que será con esta fusión.

Según algunos funcionarios, en el Juzgado de Paz de La Encarnación, los expedientes que se llevarán desde Justicia Letrada, quedarán bajo la escalera porque no tienen lugar. En el interior, hay juzgados de Paz que están inundados.

Entiendo que se quiera dar más funciones a los juzgados de Paz para resolver los problemas de la gente, pero en la capital, donde el volumen de trabajo es altísimo, lo que se hará es contribuir a eternizar los casos. Lo que no comprendo es por qué los gremios de abogados no dicen nada, cuando que habrá una sobrecarga de trabajo de jueces de Paz. Si no se hace algo, la mora aumentará por aplicar la nueva ley sin prever sus consecuencias.

Más contenido de esta sección
Las ventas al público en los comercios pyme de Argentina cayeron un 25,5% interanual en febrero pasado, golpeadas por la pérdida de poder adquisitivo de los consumidores a causa de la elevadísima inflación, y acumulan un declive del 27% en el primer bimestre del año, según un informe sectorial difundido este domingo.
El mandatario decidió crear el fondo nacional de alimentación escolar esperando un apoyo total, pues quién se animaría a rechazar un plato de comida para el 100% de los niños escolarizados en el país durante todo el año.
Un gran alivio produjo en los usuarios la noticia de la rescisión del contrato con la empresa Parxin y que inmediatamente se iniciaría el proceso de término de la concesión del estacionamiento tarifado en la ciudad de Asunción. La suspensión no debe ser un elemento de distracción, que nos lleve a olvidar la vergonzosa improvisación con la que se administra la capital; así como tampoco el hecho de que la administración municipal carece de un plan para resolver el tránsito y para dar alternativas de movilidad para la ciudadanía.
Sin educación no habrá un Paraguay con desarrollo, bienestar e igualdad. Por esto, cuando se reclama y exige transparencia absoluta en la gestión de los recursos para la educación, como es el caso de los fondos que provienen de la compensación por la cesión de energía de Itaipú, se trata de una legítima preocupación. Después de más de una década los resultados de la administración del Fonacide son negativos, así como también resalta en esta línea la falta de confianza de la ciudadanía respecto a la gestión de los millonarios recursos.
En el Paraguay, pareciera que los tribunales de sentencia tienen prohibido absolver a los acusados, por lo menos en algunos casos mediáticos. Y, si acaso algunos jueces tienen la osadía de hacerlo, la misma Corte Suprema los manda al frezzer, sacándolos de los juicios más sonados.
Con la impunidad de siempre, de toda la vida, el senador colorado en situación de retiro, Kalé Galaverna dijo el otro día: “Si los políticos no conseguimos cargos para familiares o amigos, somos considerados inútiles. En mi vida política, he conseguido unos cinco mil a seis mil cargos en el Estado...”. El político había justificado así la cuestión del nepotismo, el tema del momento.