Esculturas de gran valor histórico y de singular belleza, así como lugares emblemáticos de Asunción sufren de manera sistemática la acción de personas inadaptadas que las llenan de grafitis o les causan daños estructurales, proyectando una lamentable postal de la capital del país.
Esta situación de degradación en los espacios públicos se produce a solo tres meses de evocarse un nuevo aniversario fundacional de la Madre de Ciudades, siendo la zona del Casco Histórico una de las más castigadas por el vandalismo y las ocupaciones.
Entre los monumentos violentados se pueden citar la estatua de Juan de Salazar y Espinosa, en la plaza del mismo nombre, frente al viejo Cabildo; la estatua –instalada en el lugar desde 1955– fue creada en bronce por el artista paraguayo Francisco Almeida en honor del fundador de Asunción.
La estatua La fuerza y la Razón, que está en la plaza Libertad y que llegó desde París, en 1920, como homenaje a los héroes de la Guerra de 1870, es otra afectada por las pintatas; al igual que el busto de Juan E. O’Leary, en la plaza que lleva su nombre.
La Escalinata Antequera, erigida en 1928 en recordación a los caídos en la batalla de los Comuneros, cuyas efigies de leones y paredes tampoco escapan a este tipo de escrituras. También los sectores de la Plaza de la Democracia son parte de la inconsciencia que pinta de muy mal aspecto todos estos sitios y emblemas que son parte del pasado glorioso de nuestra nación.
ACCIONES. La directora del Centro Histórico de Asunción (CHA), de la Municipalidad de Asunción, Carla Linares, lamentó la situación de vandalismo que se tiene en la actualidad y señaló que es hora de construir en la ciudadanía un sentido de pertenencia hacia el patrimonio asunceno.
“Muchos de estos monumentos ya los restauramos, pero al día siguiente o a pocas horas aparecen de nuevo los grafitis. Tenemos confianza de que lucirán sus mejores galas cuando festejemos un nuevo aniversario de la fundación de Asunción”, precisó.
Resaltó que en el caso de la Escalinata Antequera y del Parque Caballero se formaron grupos de vecinos conectados a través de WhatsApp, quienes ponen sobreaviso a las autoridades municipales sobre los daños que se producen en estos sitios o cualquier otra acción irregular, como vertido de basura y otros.
“La Escalinata Antequera es uno de los lugares más sufridos. Se usa como rampa de motos, autos echan constantemente los balaustres, se tira basura, se usa como baño. Por suerte, tenemos vecinos que tienen conciencia del valor patrimonial y están alertas. Tal vez esta sería una salida que podemos replicar en otros puntos de la capital para salvaguardar nuestros monumentos y nuestros espacios públicos”, indicó.
Finalmente apuntó que la restauración de estas estatuas no implica la pérdida de millones de dólares, pero sí de tiempo, que es lo que se precisa para ponerlas de nuevo en condiciones, a fin de que puedan ser un atractivo para propios y extraños.
Damnificados ocupan los espacios públicos
Otro aspecto que mantiene en pésimas condiciones los espacios públicos, las áreas verdes y el mobiliario urbano en toda Asunción está marcado por las ocupaciones que vienen de grupos sociales de diferentes puntos del país y de la misma capital. Uno de estos casos se da con las familias damnificadas desplazadas de las zonas inundadas de los bañados, las cuales se asientan en plazas y paseos centrales en sus precarias casas de madera terciada y chapas, en una situación de la cual no escapa el Casco Histórico. Las plazas Juan de Salazar, Independencia, de Armas, entre otras, están hoy día invadidas.
Asimismo, contingentes indígenas se suman a este panorama que genera todo tipo de perjuicios a la infraestructura de estos bienes de dominio municipal.