Mina Sue Choi, nacida hace 24 años en Sídney (Australia), pero criada entre Seúl y Vancouver (Canadá), ganó la vigesimosegunda edición del certamen, en la que la palestina Nadeen Ayoub y la colombiana Andrea Aguilera obtuvieron el segundo y el tercer premio, respectivamente.
Las aspirantes, provenientes de 90 países de todos los continentes del planeta, compitieron por impresionar a los jueces en una gala con una asistencia todavía mucho menor que en las ediciones celebradas antes de la pandemia, debido a las medidas de seguridad todavía existentes en Filipinas.
El lema de la gala —celebrada en Hotel Okada de Manila—, “amamos la fauna”, pretendía concienciar al público sobre la importancia de la preservación del mundo animal, haciendo especial hincapié en las especies en peligro de extinción.
Las candidatas visitaron los días previos al concurso varias islas filipinas, un país con una inagotable pasión por los certámenes de belleza y donde se ha realizado la mayoría de ediciones de Miss Tierra desde la primera gala celebrada en el año 2000.
Miss Tierra forma, junto a los concursos de Miss Mundo, Miss Universo y Miss Internacional, los cuatro grandes concursos de belleza internacionales.