En esta nota, Bonnin repasa algunos momentos claves de la compañía, aunque reconoce que “hacer un recuento de tres décadas de trabajo es difícil en pocas palabras”. Muchas historias y anécdotas de su carrera en la compañía son parte del libro Un ejército para Terpsícore, escrito por la Dra. Patricia Bonnin, y un equipo de investigación de la Universidad del Rey Juan Carlos de Madrid. Una obra que se presentará en agosto.
Entre los recuerdos más vívidos del director, resaltan dos: El primero, la complicada situación que vivió la compañía cuando el Teatro Municipal estaba cerrado. “Tuvimos que itinerar en diversos lugares para realizar nuestros ensayos, y utilizar escenarios alternativos para continuar con el trabajo”, rememora. No obstante, destaca que en aquella ocasión pudieron adaptarse y ofrecieron muy buenos espectáculos en otros escenarios como el del Centro Paraguayo Japonés o el Banco Central del Paraguay. “Aunque nos sentíamos gitanos, como que no estábamos en nuestra casa”, comparte.
Otro momento histórico importante para la compañía de baile, y para el director, fue la reciente situación de crisis sanitaria. La pandemia “fue extremadamente difícil, pero también fue muy significativo el apoyo que recibimos de Angie Duarte, y de la Municipalidad de Asunción”, destaca Bonnin.
LOGROS. Acerca de los logros obtenidos para el BCMM, y también a nivel personal, el director rescata varios. “Tal vez el mayor de ellos fue presentarnos ante el papa Francisco (julio de 2015), con un extracto del ballet Francesco, ofrecido en el León Coundou, ante más de cuatro mil personas”, rememora.
Bonnin menciona que las personas que acudieron buscaban manifestar su protesta y desacuerdo por la situación del país, en aquel momento, “y cuando salimos a bailar, el estadio estalló de aplausos fue algo increíble, no podíamos creer. El mismo Papa no paraba de sonreír”, detalló.
Otro momento especial que describe Bonnin para el ballet fue cuando la compañía entera pudo viajar a Camagüey, Cuba, y presentarse en su principal teatro. “Fue un momento inolvidable”, destaca.
El maestro también recordó como momentos álgidos de la historia del cuerpo de ballet algunos de los estrenos mundiales inolvidables que ofrecieron al público a lo largo de los años. Madame Butterfly, Madame Lynch, Roque Marangatu y Francesco “fueron momentos memorables”, afirma.
Valora como fundamentales la formación de la Asociación de Amigos del Ballet y el apoyo de empresas privadas. “Fueron importantes logros, vitales para el crecimiento de la compañía. En el libro se habla de todo esto”, explica.
Bonnin también recuerda que hay necesidades, entre ellas “más salas de ensayo, más temporadas, mejores salarios y más horas de trabajo”.
Sin embargo, a pesar de las falencias, la compañía sigue adelante, “por el amor al arte y la dedicación que ponemos en cada espectáculo, y no me refiero solo a los bailarines, sino a todos los que componen el staff del Ballet Municipal, vestuaristas, escenógrafos, utileros, etc.”.
Al cumplir tres décadas al frente del Ballet Clásico y Moderno Municipal, Miguel Bonnin rescata momentos importantes para la compañía y su propia carrera. Destaca logros y augura un constante crecimiento.
A saber
El Ballet Clásico y Moderno Municipal este año celebra sus 50 años, de los cuales 30 cuenta con la dirección de Miguel Bonnin. Por la compañía pasaron importantes bailarines, maestros, coreógrafos y directores del ámbito de la danza en Paraguay. Así como también figuras del extranjero como Ana Botafogo, Paloma Herrera, Nathalie Quernet, Olivier Patey, Juan Pablo Ledó, Anton Joroshmanov, Iñaki Urlezaga y muchos otros más. Además, grandes coreógrafos, como Mario Galizzi, Jaime Pinto, Óscar Araiz Osvaldo Beiro, Mauricio Waynrot, Eduardo Yedro, y otros.