Militares y policías mexicanos detuvieron ayer el avance de una caravana de unos 1.200 centroamericanos procedentes de Guatemala, mientras funcionarios de México buscan en EEUU evitar los aranceles con que amenazó el presidente Donald Trump por no detener la migración ilegal.
En la comunidad de Metapa de Domínguez, en el sureño estado de Chiapas y a unos 12 kilómetros de la frontera con Guatemala, agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) encabezaron el operativo para frenar el avance de una multitud de migrantes, la gran mayoría hondureños.
México reconoce que la situación en la frontera con EEUU, a donde en los últimos meses llegaron cientos de miles de migrantes, “no puede seguir así”, dijo el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, tras analizar el tema en una reunión en la Casa Blanca.
“El punto de partida es que ambas partes reconocemos que la situación actual no se puede mantener como está”, dijo Ebrard a los periodistas. “¿Por qué? Porque vimos los reportes de los números y efectivamente los flujos están creciendo demasiado”.
El presidente Trump, anunció que las negociaciones con México por los aranceles migratorios impuestos por el mandatario seguirán mañana en Washington después de que se reporten avances. “Los diálogos migratorios en la Casa Blanca con representantes de México terminaron por hoy. ¡Hay avances, pero no suficientes!”, sostuvo el mandatario Trump en su cuenta de Twitter.
“Mañana (por hoy jueves) -añadió el mandatario reanudaremos las conversaciones con México con el entendimiento que, si no alcanzamos un acuerdo, los aranceles al 5% empezarán el lunes, con incrementos mensuales”. AFP-EFE