El arbitraje del paraguayo Mario Díaz de Vivar generó fuertes críticas tras el encuentro en que Argentina se quedó con el tercer puesto de la Copa América, al vencer a Chile 2-1.
El principal cuestionamiento hacia su labor vino del sector argentino, en el forcejeo que tuvieron Lionel Messi y Gary Medel, donde Díaz de Vivar, sin mediar palabras, expulsó a ambos cuando el chileno reaccionó con empellones, aparentemente, ante un insulto del capitán argentino.
En la semifinal contra Brasil, los argentinos también protestaron por la no intervención del VAR en dos faltas, contra Sergio Agüero y contra Nicolás Otamendi en el área brasileña.
Palos a la Conmebol. En conferencia de prensa, Messi se tiró con todo contra la Conmebol y justificó su ausencia en la entrega de las medallas de bronce.
“No tenemos que ser parte de esta corrupción, de esta falta de respeto de toda la Copa. Estábamos para más. La corrupción, los árbitros y todo eso no permite que la gente participe del fútbol, del show y lo arruina un poco”, disparó.
Además, afirmó que todo está orquestado para que Brasil gane la Copa América. “No hay dudas, está todo armado para Brasil. Ojalá que el VAR y el árbitro no influyan en la final y que Perú pueda competir”.
En cuanto a Díaz de Vivar, sancionó infracciones dudosas y tardó en la revisión del VAR. Uno de ellos derivó en la sanción del penal a favor de Chile, que significó el descuento (gol de Arturo Vidal). Repartió 7 tarjetas amarillas y 2 tarjetas rojas.