Ayer, el juez de Garantías Mirko Valinotti admitió la acusación de la fiscala Claudia Aguilera por el citado hecho punible y dispuso que el caso pasara a juicio oral. Este tipo de delitos pocas veces fue aceptado contra los médicos.
El hecho ocurrió el 30 de diciembre del 2020, en horas de la tarde, en el Sanatorio Medicis, de nuestra capital. La misma iba a realizarse una cirugía de implante mamario.
De acuerdo con la fiscala, Cavallo había reservado el quirófano para cirugía de párpado, cuando en realidad era de implante mamario. Después, ya en la cirugía, la misma tuvo una reacción a la anestesia con convulsiones, y pese a que el anestesista reclamó que parara la operación, igual siguió.
Al final, el enfermero llamó al médico de guardia, quien señaló que la mujer necesitaba terapia. Cavallo, según la acusación, dijo que llamó al Sanatorio San Sebastián para reservar la sala de terapia intensiva, pero al llegar con la ambulancia, nadie sabía nada. Al final, la llevaron al Hospital del Trauma, donde falleció.
Según la acusación, Cavallo ni siquiera acompañó al paciente en la ambulancia. La junta médica determinó que la causa de muerte fue un infarto pulmonar debido a émbolos vasculares.
Conforme con la fiscala, hubo dolo eventual ya que el médico debía conocer las consecuencias de sus actos. El juez admitió las pruebas de las partes y la acusación contra el médico Cavallo.