Justamente, dos de los que forman parte de la mesa directiva que iniciará su mandato a partir del 1 de julio son los que cuentan con pedidos de expulsión.
Sixto Pereira, del Frente Guasu, se aseguró la vicepresidencia primera de la Cámara Alta; mientras que el colorado Javier Zacarías Irún quedó como uno de los secretarios parlamentarios.
Lo irónico es que justamente Enrique Riera y Rodolfo Friedmann, ambos de la ANR, hayan votado juntos, siendo que el primero pidió la pérdida de investidura de su correligionario, así como la de Sixto. Ambos casos no fueron tratados aún por la Comisión de Asuntos Constitucionales.
El de Zacarías Irún fue solicitado por la bancada de Patria Querida, que quedó fuera del acuerdo para la reelección de Salomón.
Cachito logró cerrar las negociaciones con 25 senadores colorados, liberales, luguistas, progresistas y Hagamos.
La mayoría de los sectores que lo apoyaron lo hicieron en forma fragmentada, inclusive el Frente Guasu.
Tras la elección de la mesa directiva, incluso hubo enojos, y Fernando Lugo pidió que Esperanza Martínez ya no ocupe la presidencia de ninguna comisión asesora.