07 may. 2024

Máximas condenas reservadas a los crímenes más aberrantes en el país

Esta semana aplicaron 30 años de cárcel y 10 años de medidas de seguridad por el crimen de una niña, incinerada aún con vida. Hasta ahora, ese tipo de penas se dieron en los casos graves.

Condenado. El acusado Héctor Eduardo Martínez Núñez llega a la sala de juicios orales.

Condenado. El acusado Héctor Eduardo Martínez Núñez llega a la sala de juicios orales.

Foto: Archivo UH.

Nuestra legislación penal contempla como pena máxima 30 años de prisión e incluso prevé medidas complementarias como las de seguridad, que pueden ir hasta 10 años, los que suman un máximo de 40 años, constituyendo el límite sancionatorio del Estado.

Según dice la ley, se aplica el principio de legalidad, por el cual a ninguna persona se aplicará una pena o medida sin que se den los presupuestos legales, por una ley vigente anterior a la acción u omisión juzgada.

Es más, aplica la reprochabilidad y la proporcionalidad. Es decir, que no habrá pena sin que el hecho sea reprochable. “La gravedad de la pena no podrá exceder los límites de la gravedad del reproche penal”.

También dice que no se dará una medida sin que el autor por lo menos haya cometido un delito. Y las medidas deben guardar proporción con la gravedad del hecho que realizó el autor, y el grado de posibilidad que este hecho o hechos se realizarán.

De esta manera, apunta que se aplica también el principio de prevención: “Las sanciones penales tendrán por objeto la protección de los bienes jurídicos y la readaptación del autor a una vida sin delinquir”. Ese es el objeto de la pena.

Así, la máxima condena, según la Ley 3440, que modificó el Código Penal, es de 30 años de cárcel, que se da en el homicidio agravado. También en el feminicidio, casos de narcotráfico y terrorismo.

Las medidas pueden ser privativas de libertad o no, hasta un máximo de 10 años. Se dan cuando el autor ya fue condenado dos veces por un hecho doloso, cumplió al menos dos condenas, o que, por su personalidad, manifieste una tendencia a realizar hechos punibles.

Con ello, nuestra legislación reserva estas penas para los hechos más graves y aberrantes, por lo que hasta ahora no son tantos los casos.

UNA NIÑA. La semana pasada, Héctor Eduardo Martínez Núñez fue condenado a 30 años de cárcel y 10 años de medidas de seguridad, tras ser hallado culpable de homicidio doloso agravado y violación de la ley de armas. Su madre, Limpia Núñez Goiburú, fue condenada a 25 años de encierro.

En el caso, los jueces hallaron culpables de que, el 29 de febrero del 2020, ambos acusados prepararon cortes de leña y aceite en una zona boscosa en la zona del Monday, donde incineraron a la niña Naydelín, de 7 años, quien aún estaba con vida, cuando fue quemada.

El móvil fue la venganza contra su ex pareja, que cortó la relación, conforme se probó en el juicio oral. Ahora, la defensa apelará la sentencia.

Lo terrible y aberrante del caso fue lo que argumentaron los magistrados para dictar la máxima pena.

OTROS CASOS. Estas penas de 30 años de cárcel y 10 medidas de seguridad se aplicaron por primera vez en el caso donde el ex jefe de la hinchada de Olimpia mató a su esposa.

Luego tenemos el caso de Bruno Marabel, hallado culpable de matar a 5 personas, dos de ellas, niños. Este caso, aún sigue en apelación.

También, Isaías Torres y Gissella Otto fueron condenados a 30 años de prisión más 10 años como medidas de seguridad por el homicidio doloso de Agustín Emanuel Bogado, quiera fuera novio de la ex modelo Jazmín Baranda.

Ocurrió la madrugada del 8 de febrero del 2018. Quienes lo golpearon en la cabeza lo vieron morir, ya que les producía placer, según el fallo.

Por el secuestro de Arlan Fick
Otro condenado a 30 años de cárcel y 10 años de medidas de seguridad fue Alcides Oviedo Brítez, líder del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), a raíz del secuestro de Arlan Fick, ocurrido el 2 de abril del 2014, quien fue liberado. Su pena se dio por el concurso de delitos, a más de que la máxima pena por el terrorismo es de 30 años. El fallo aún no está firme, ya que se analizan aún recursos.

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