Mientras el agua del río Paraguay se estancó ayer en las zonas ribereñas, son 6.095 estudiantes afectados por la crecida, y que asisten a instituciones educativas de gestión oficial o privada subvencionada que funcionan en zonas anegables.
El último reporte del MEC indica que son 27 escuelas en capital las que se ven inmersas con los dramas de la crecida, pero solo dos se mudaron.
En los centros escolares de los bañados y de la Chacarita, no registran ausentismo pese al drama social.
Los profesores relatan que esta es la quinta subida de los últimos años, por lo que tanto educadores como las familias, ganaron experiencia para evitar ausencias masivas y de varios días en el sistema educativo.
Como medida alternativa para evitar deserciones y tras-lados a un mes del cierre del año lectivo, en los bañados plantean terminar las evaluaciones finales en la primera quincena de noviembre.
Solo algunos contenidos se dejarán de lado, que serán preparados para el curso entrante, considerando que el próximo mes, en general, es de repasos, comentaron directoras de escuelas subvencionadas de Fe y Alegría.
Tras la primera quincena, los niños y jóvenes seguirán asistiendo a clases, pero para dar talleres de contención, deportes y artes. También seguirán recibiendo la merienda y el almuerzo escolar hasta el último día del calendario, el 30 de noviembre.
Las escuelas Clara Piacentini de Cacace y Elisa Alicia Lynch son otras de las instituciones que ya están en proceso de traslado en próximos días.
En el 2019, las clases se desarrollarían en locales alternativos.