Mario Abdo Benítez (46 años) juró ayer como nuevo presidente de la República en una ceremonia cargada de simbolismos realizada en la explanada del Palacio de Gobierno.
El hijo del ex secretario de Alfredo Stroessner tomó así la posta del poder, dejada por el empresario Horacio Cartes, para gobernar hasta el 2023.
Tras recibir la banda presidencial y el bastón de mando de manos del titular del Congreso, Silvio Ovelar, pronunció su primer discurso prometiendo como eje de su gestión una lucha frontal a la corrupción y la impunidad, que viene reclamando la ciudadanía con manifestaciones.
“La impunidad es el cáncer a vencer ¿o cuánto tiempo más podrá aguantar nuestro pueblo una justicia implacable, rígida para los ciudadanos más humildes y complaciente, cómplice para los que tienen influencia?”, se preguntó, generando un cerrado aplauso de los que participaron de la ceremonia que se llevó a cabo sin mayores sobresaltos y con la participación de siete presidentes, varias delegaciones extranjeras e invitados especiales.
Marito llegó al Palacio de la mano de su esposa Silvana López Moreira una hora y media después de que Cartes entregara a Ovelar los atributos del poder en la sede del Congreso, que sesionó en forma extraordinaria para tomar juramento al nuevo gobernante.
“El ciudadano paraguayo despertó, su voz retumba en nuestras calles y pide que hagamos frente a la corrupción, a la impunidad, y es nuestra obligación escuchar esas voces y no ser indiferentes a los reclamos justos. Es nuestra oportunidad de transformar esa indignación en esperanza y que la abracemos”, remarcó Abdo en respuesta a los escraches que se vienen realizando contra legisladores corruptos.
Llamó a la ciudadanía a ser el motor de la transformación y prometió “un gobierno eficiente, capaz y con rostro humano”, poniendo énfasis en su eslogan de campaña “un Paraguay de la gente” y que trató de demostrar a su llegada al Palacio saludando distendidamente a los presentes.
RENOVAR LA JUSTICIA. En su discurso, que duró alrededor de media hora, llamó a construir desde el disenso instituciones más fuertes, con poderes autónomos, independientes, sin intromisiones y una justicia pronta y valiente.
“No quiero un juez amigo. Un juez amigo hoy del poder va a ser amigo del poder de mañana y nunca va a ser amigo de la justicia. Vamos a construir una justicia independiente y valiente para que se acabe la impunidad en Paraguay”, sentenció, generando nuevamente el aplauso de las delegaciones extranjeras, autoridades, legisladores e invitados especiales, entre quienes estaba en el palco central nada menos que el ministro de la Corte Suprema de Justicia Raúl Torres Kirmser.
A los miembros de su gabinete y colaboradores, Abdo envió un fuerte mensaje destacando que les brindará todo el apoyo que precisen, pero les advirtió que no tolerará ningún acto de corrupción.
“No seré juez de nadie, pero si en mi gobierno alguien tiene inconductas, seré el primero en colaborar con la justicia. No seré un presidente complaciente con esas inconductas. Yo prefiero los aplausos de salida que los aplausos de entrada”, sentenció.
Recordó cómo forjó su liderazgo que lo catapultó a la presidencia de la República. “Venimos de un proceso que nos ha enseñado mucho”, rememoró y subrayó que está convencido de que su misión será lograr la unidad que no significa uniformidad y pidió convivir en el debate y la diversidad de pensamiento.
“Aceptemos que muchas veces la mejor idea quizás no sea la nuestra, pero es la que la mayoría decidió y aceptó, y eso es vivir en democracia”, indicó, lanzando una velada indirecta al cartismo, que le hizo el vacío en la ceremonia. No obstante, un gran número de dirigentes de base del Partido Colorado acudió con su bandera a apoyar al nuevo presidente, quien en otro pasaje de su discurso les agradeció el respaldo.
eje económico. “Llegó la oportunidad de demostrar a nuestra gente de que se pueden hacer bien las cosas”, añadió, para subrayar que se precisa de un crecimiento económico más inclusivo para sacar a la gente de la pobreza y disminuir el desempleo que se logrará con la cultura del trabajo.
Dijo que buscará generar políticas tributarias que permitan recaudar más y disminuir la inequidad. “¿Cuánto dinero deja de recibir el Paraguay por el flagelo del contrabando y de la evasión?”, se preguntó.
En ese sentido, hizo un llamado a la clase empresarial para fortalecer los planes de inversión y mejorar el clima de negocios. “A los empresarios les invito a que se involucren, que con su capacidad creativa e innovadora inviertan en nuestro país fortaleciendo las micro, pequeñas y medianas empresas. Construyamos entre todos un clima de negocios favorable para los actores de la economía y que el Paraguay sea más atractivo como plataforma de inversión”, sentenció, aprovechando la presencia en la ceremonia de empresarios locales y extranjeros.
educación y salud. El mandatario también enfatizó que se focalizará en una política educativa “llena de valores”.
Afirmó que los docentes serán sus mejores compañeros y se comprometió en que brindará todas las herramientas y potenciará la capacitación. “La educación será uno de nuestros grandes ejes. Si no tomamos conciencia de la urgencia del desafío de la educación en el Paraguay estaremos hipotecando el porvenir de la patria”, aseveró.
En cuanto a salud, aseguró que con su gobierno iniciará la reforma que permita avanzar hacía un sistema único de salud con acceso y cobertura universal, que se enfoque en una medicina preventiva, cerca del ciudadano, de modo “que ir a un hospital en Paraguay no se convierta en un drama mayor que la propia enfermedad”.
Dijo que la gente ya no quiere violencia y prometió trabajar incansablemente para combatir la inseguridad y el crimen transnacional.
Prometió a los indígenas y adultos mayores un lugar especial en su gestión y aseguró que impulsará una agenda digital para mejorar el sistema de control público. Tras su discurso, tomó juramento a sus ministros y fue a la Catedral en un descapotable blanco.
Tenemos la oportunidad y la obligación de recuperar la confianza de la gente.
Fuimos electos para servir, para hacer un gobierno eficiente, capaz y con rostro humano.
Llegó la oportunidad de demostrar a nuestra gente de que se pueden hacer bien las cosas.
Nuestros pueblos merecen vivir en paz, no queremos más violencia de ninguna forma.
EJES DEL PRIMER DISCURSO PRESIDENCIAL
Unidad. “Buscaremos una unidad que no significa uniformidad. Convivamos en el debate. Es saludable, enriquece, construye. Les invito a construir desde el disenso”.
Impunidad. “La impunidad es el cáncer a vencer. ¿Cuánto tiempo más nuestro pueblo va a aguantar una justicia implacable, rígida como el acero para los ciudadanos más humildes y complaciente, cómplice para aquellos que tienen influencia?”.
Justicia. “Me comprometo a conseguir los consensos necesarios para construir una justicia verdaderamente independiente. No quiero un juez amigo”. Indignación ciudadana. “El ciudadano paraguayo despertó, sus voces retumban en nuestras calles. Y piden que hagamos frente a la corrupción, a la impunidad, y es nuestra obligación escuchar esas voces”.
Mensaje a ministros. “No seré juez de nadie, pero si en mi gobierno alguien tiene inconductas, seré el primero en colaborar con la justicia”.
Combate a la pobreza. “Vamos a derrotar con trabajo a la pobreza. Este crecimiento debe traducirse en oportunidades para que nuestro pueblo progrese y prospere. Política tributaria. Buscaremos generar políticas tributarias que nos permitan recaudar más, ampliando la base de contribuyentes, disminuyendo la inequidad”.
Educación. “Hagamos que la educación sea una causa nacional. Impulsaremos la capacitación constante de docentes”.
Jóvenes. “Promoveremos acciones que permitan la incorporación de niños y jóvenes al sistema educativo, que disminuya la deserción escolar”.
Salud. “Buscaremos una reforma que nos permita avanzar hacia un sistema único de salud con acceso y cobertura universal. Enfocarnos en una medicina preventiva”.
Pueblos originarios. “Los pueblos indígenas ocuparan un lugar especial. Es hora de que el Estado asegure mejores condiciones de vida para ellos”.
Campesinos. Tenemos el desafío de darles todo el apoyo y la asistencia técnica necesaria para que puedan ser productivos”.
Deforestación. “Trabajaremos en la reforestación como una herramienta de desarrollo rentable y sustentable”.Binacionales. “La soberanía energética debe tener una visión estratégica. No queremos nada que no sea nuestro, pero lo que es nuestro lo vamos a defender”.
Integración regional. “Vamos a promover la complementariedad de nuestras economías, fortalecer la conectividad para mejorar así nuestra competitividad”.
Venezuela. “Nuestra solidaridad con el pueblo de Venezuela y de Nicaragua frente a los abusos del poder. Nuestras voces libertarias no callarán. Es hora de dejar a un lado la hipocresía y levantar la voz ante las injusticias”. EPP. “Este presidente no les dará tregua. No descansaremos hasta que los secuestrados vuelvan con sus familias”.
Al cartismo. “Este pueblo ha roto paradigmas en este proceso electoral. No ganó quien tenía más dinero ni más estructura. No hay triunfo que valga la pena bajo la tumba de los principios”.
El retiro. “Al final de mi mandato seré senador vitalicio para con el ejemplo mostrar que nadie puede estar por encima de la República. Nadie puede estar por encima de la Constitución y de nuestras leyes”.
Dijo que defenderá lo que es “nuestro” en las binacionales
El presidente Mario Abdo Benítez hizo referencia a la situación política de Venezuela y Nicaragua. Además envió mensajes a Brasil y Argentina sobre la política energética que impulsará en las binacionales desde el Poder Ejecutivo.Afirmó que los emprendimientos energéticos deben llevarse a cabo respetando los derechos soberanos y generando beneficios justos para todos. “La soberanía energética debe tener una visión estratégica. Su uso debe desarrollar nuestra economía, fortalecer el mercado interno y el avance hacia una sociedad más productiva. Nosotros no queremos nada que no sea nuestro, pero lo que es nuestro lo vamos a defender”, dijo. Actualmente se cuestiona la Nota Reversal de Yacyretá que favorece a la Argentina. Abdo Benítez dijo que Paraguay será protagonista en la construcción de una integración regional. “Vamos a promover la complementariedad de nuestras economías, fortalecer la conectividad para mejorar así nuestra competitividad”, significó ante la presencia de los presidentes que forman parte del Mercosur: Michel Temer (Brasil), Mauricio Macri (Argentina) y Tabaré Vázquez (Uruguay).“Seamos conscientes de que los procesos de integración no han avanzado cuando se ha priorizado la ideología. Es el ejemplo de la crisis por la que está atravesando Unasur. Debemos convocarnos a diálogos sinceros”, afirmó. Expresó su solidaridad con el pueblo de Venezuela y de Nicaragua, “frente a los abusos del poder”. “Nuestras voces libertarias no callarán. Paraguay no va a mantenerse indiferente ante el sufrimiento de pueblos hermanos. Es hora de dejar a un lado la hipocresía y levantar la voz ante las injusticias”, arremetió marcando una postura.
Reiteró que será senador vitalicio al dejar el poder
El presidente Mario Abdo Benítez aprovechó su discurso para enviar un mensaje al sector de Honor Colorado, liderado por el ex presidente Horacio Cartes, grupo que no participó de la ceremonia de asunción molesto por ser acusado de propiciar movilizaciones. Reiteró que no buscará la reelección ni pisoteará la Constitución, aludiendo a Cartes, quien provocó una fuerte crisis política con su plan de reelección que acabó con la quema del Congreso y el asesinato del joven liberal Rodrigo Quintana. “Al final de mi mandato seré senador vitalicio para con el ejemplo mostrar que nadie puede estar por encima de la República. Nadie puede estar por encima de la Constitución y de nuestras leyes”, sentenció. Agregó que las elecciones demostraron que no gana aquel que posee más dinero ni estructura, siempre aludiendo a su antecesor. Colorado Añetete ganó las internas a Honor Colorado, que postuló como candidato a Santiago Peña, un elegido del mismo Cartes, quien tras su derrota fue a parar como funcionario del banco del ex presidente. “Quiero finalmente agradecer al pueblo paraguayo que nos ha acompañado en este difícil trayecto, donde nunca hemos elegido los atajos. La política es una lucha constante entre la conveniencia y las convicciones. No hay triunfo que valga la pena bajo la tumba de los principios. Este pueblo ha roto paradigmas en este proceso electoral. No ganó quien tenía más dinero ni más estructura. Ganó el que siempre tuvo fe”, significó. Agradeció a la dirigencia colorada que lo acompañó.