Desde el Círculo Paraguayo de Médicos (CPM) plantean que el proceso de reinserción del millar de estudiantes, afectados por el cierre de dos carreras de Medicina de la Universidad Privada María Serrana (UPMS), se lleve a cabo minuciosamente y caso por caso. Por lo que el traslado de los alumnos a otra institución formadora debe concretarse recién el año próximo.
Esto a la luz de que se debe analizar con detenimiento la situación de cada uno de los alumnos, a saber sobre las materias aprobadas y prácticas realizadas hasta ahora y que puedan demostrarse fehacientemente con documentos.
El Consejo Nacional de Educación Superior (Cones) puso como fecha tope el 30 de abril para la inscripción de los alumnos que deseen continuar la carrera en otro lugar.
“Si vamos a hacer en serio, no se puede hacer en un mes o dos meses. Si en este momento hay una discusión jurídica, en la que van a apelar y le van a demandar (al Cones) y en medio de eso no se puede hacer una nueva puesta de situación de evaluación diagnóstica –a saber dónde se está parado– para planificar cómo reinsertar a los estudiantes”, opina el Dr. Jorge Rodas, integrante del CPM.
A su criterio, “se tiene que planificar este año para reinsertar en el 2023”; a medida en que las instituciones formadoras los reciban, según el análisis de cada estudiante.
Por eso, entiende que se debe formar un “cuerpo docente reconocido” que intervenga en este proceso.
“Que se convoque a un cuerpo académico que pueda analizar esta situación, si se hará un ajuste académico. Cuando uno quiere regularizar una situación tiene que ser hecho por alguien acostumbrado a diseñar lo académico”, plantea Rodas, quien ejerce también como par evaluador de la Agencia Nacional de Evaluación y Acreditación (Aneaes).
Nivelación. Con respecto a los exámenes de nivelación –para medir la competencia de los estudiantes– que prevé realizar el Cones, en caso de que no se cuenten con los documentos respaldatorios, dice que se debe desarrollar en función al perfil de los estudiantes teniendo presente la malla curricular cursada y equipararla con el currículum de la institución receptora.
“No puedo decir que se haga un examen genérico para ver las competencias. Cuando uno evalúa que la malla es por competencias, el proceso evaluativo es distinto a cuando se realiza por objetivos. Porque tampoco le podemos evaluar al estudiante que tiene una malla por objetivo y se acerca un grupo de extraños a evaluarle por competencias”, opone al reafirmar que “todo esto se debe realizar de forma minuciosa, tranquila y con tiempo, no a los tumbos”.
Este tipo de filtro es aplicable a los estudiantes a partir del 3° o 4° semestre (2° curso) en adelante. “Tuvo que haber mostrado que tiene competencias en Anatomía para que después pase a Patología y luego pase a Semiología y Química para después pasar al internado rotatorio. No es una isla, sino una secuencia articulada”, instruye.