Ayer, declararon varios testigos, entre ellos, el compañero de trabajo, Marcelo Sosa, el vecino Elvis Alvarenga, la denunciante de la desaparición, Alexandra Zárate Pompa, e Íngrid Estigarribia.
Marcelo Sosa estuvo en la fiesta en la casa antes del descubrimiento de los cadáveres. Habló de que no percibió olores fétidos, salvo orina y heces de perro.
El vecino Elvis Alvarenga, quien tenía un autoservice pegado a la casa, sostuvo que vio por última vez a Dalma el 28 de setiembre, cuando volvía con los niños de la escuela.
Además, que con respecto a Julio Rojas, lo vio por última vez el 2 de octubre, cuando fue a comprar saldo para el celular, ya que no podía comunicarse con su familia. Dijo que la mujer era abogada, y el esposo se dedicaba a bienes raíces.
Por su parte, Alexandra Zárate explicó que tenían contrato con la madre para el estacionamiento, por lo que cuando estuvo cerrado, le llamó la atención. Fue ahí que Marabel dijo que habían viajado a la Argentina.
Tras averiguar que no hubo viaje, denunció la desaparición a la Policía. Finalmente, con el olor y las moscas, llamó al 911, y ahí fue que se hallaron los cuerpos.