Pekín, que reconoció este jueves que trató injustamente al médico que alertó de la amenaza hace tres meses, reportó solamente 34 casos nuevos en las últimas 24 horas, todos ellos “importados” del exterior. Oficialmente pues, ningún chino contrajo la enfermedad por contacto local.
La mayoría de los 34 infectados procedentes del exterior son viajeros del Reino Unido y de España, según la Comisión Nacional de Salud, y 21 se han registrado en Pekín.
Por ello, en Pekín se han extremado las medidas de cuarentena para todos los viajeros que lleguen a la ciudad, sean chinos o extranjeros, y que desde el pasado lunes deben someterse a una cuarentena obligatoria en hoteles designados especialmente para ello, salvo contadas excepciones.
Ayer se anunciaron 8 nuevas muertes en China, todas ellas en la provincia de Hubei, cuya capital es Wuhan, lo que supone también una de las menores cifras de fallecidos registradas desde hace semanas. China ha registrado hasta ayer 81.155 casos de coronavirus, de los que 3.249 han muerto, mientras que 70.535 personas han sido dadas de alta.
Más de 10.000 personas ya han muerto, y el número de afectados ya supera 238.000 en 157 países.
BLOQUEO TOTAL. Ayer, en Milán, la delegación de expertos chinos que ayuda a las autoridades italianas a controlar la expansión del coronavirus advirtió de que el país debe imponer más medidas restrictivas para frenar la propagación.
El vicepresidente de la Cruz Roja de China y responsable de este equipo, Yang Hui Chuan, fue muy claro: “No estáis llevando a cabo políticas de cierre de las calles, porque el transporte público todavía funciona, la gente todavía circula y estáis haciendo cenas y fiestas en los hoteles y no estáis llevando máscara”. Para acabar con los contagios hay que parar “toda actividad económica y cortar la movilidad de la gente”, insistió.
10.000
personas han muerto a causa del coronavirus, en al menos 157 países. Se contabilizan 238.000 infectados.