Lula dispensó a 13 uniformados, un día después de que otros 40 militares fueran apartados de sus funciones en la residencia presidencial, el Palacio de la Alvorada.
El personal separado este miércoles hacía parte del Gabinete de Seguridad Institucional, responsable de asistir al presidente en labores de seguridad nacional y política de defensa, según se publicó en el Diario Oficial de la Unión.
Los cambios ocurren una semana después de que el mandatario, de 77 años, manifestara su desconfianza sobre algunos uniformados que cumplen funciones auxiliares en las sedes de Gobierno.
Lula compartió sus reservas sobre algunos de ellos, tras la invasión a las sedes de los tres Poderes públicos en Brasilia a manos de miles de seguidores de Bolsonaro, a quien derrotó en un balotaje a fines de octubre pasado.
El dignatario dijo entonces que estaba convencido de que hubo complicidad interna en la invasión del 8 de enero, ocurrida exactamente el día en que cumplía una semana de regresar al poder por tercera vez.
Y este miércoles volvió a señalar al ex mandatario ultraderechista como responsable de los desmanes.
“No sé si el ex presidente mandó (a cometer los ataques), lo que sé es que tiene culpa porque pasó cuatro años instigando al pueblo a tener odio”, aseguró Lula en una ceremonia con sindicalistas en el Palacio del Planalto.
El día de la asonada militante, el ex obrero y sindicalista metalúrgico aseguró que Bolsonaro, a quien no mencionó directamente, “provocó” y “estimuló” los ataques a través de “discursos” mientras estuvo al frente de Brasil (2019-2022).
En Estados Unidos, desde días antes de terminar su mandato, Bolsonaro niega cualquier conexión con los actos violentos en Brasilia, pero es investigado por las autoridades brasileñas bajo sospecha de haberlos instigado.
La reforma en el entorno más cercano de Lula tiene lugar en momentos en que avanzan las investigaciones para determinar quién participó, organizó y financió la violenta invasión a los edificios de la Presidencia (Palacio de Planalto), el Congreso y la Corte Suprema.
Más de 2.000 personas han sido detenidas desde entonces, de las cuales 1.382 continúan en manos de las autoridades.
La Fiscalía General presentó el lunes ante el Tribunal Supremo (STF) –máxima corte– sus primeros cargos contra 39 personas sospechosas de participar en los desmanes.
La suba del salario mínimo
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, estableció este miércoles un grupo de trabajo para definir, en el próximo mes y medio, una política que permita la subida permanente del salario mínimo, tras reunirse con las principales centrales sindicales del país.
El mandatario adelantó también que creará próximamente sendas comisiones para discutir la reglamentación de los trabajadores de aplicaciones móviles, como los entregadores de comida, y buscar fórmulas que fortalezcan las negociaciones colectivas.
“Esto apenas es el comienzo una nueva era” para “la construcción de una nueva relación entre el capital y el trabajo”, afirmó Lula en una ceremonia en el Palacio Planalto, sede del Gobierno, en Brasilia, en la que participaron decenas de representantes sindicales. El líder del Partido de los Trabajadores (PT) señaló que “no sirve de nada que el PIB (producto interno bruto) crezca, si no es distribuido” y, por ello, subrayó la importancia de que el salario mínimo suba de acuerdo con el crecimiento de la economía. El salario mínimo en Brasil subió para este año hasta los 1.302 reales (unos 253 dólares).