El presidente Fernando Lugo puso ayer un paréntesis a las actividades oficiales y las negociaciones políticas para recibir a la Miss Paraguay, Alba Riquelme, quien viaja a Brasil para participar del certamen Miss Universo.
Hablaron sobre cultura general y coincidieron en que están “enamoradísimos” de Ecuador, país en el que ambos vivieron durante mucho tiempo.
Lugo no perdió su tiempo y le enseñó algunos “truquitos” a la Miss para manejarse en el certamen ante la prensa.
Riquelme fue la última en ser recibida por el jefe de Estado en Palacio de López. La acompañó la empresaria y modelo Laura Martino.
“Conversamos sobre las reservas, el acuífero Guaraní, la Laguna Blanca, de las Misiones Jesuíticas, del Pantanal”, relató Riquelme tras la entrevista con el mandatario.
DURO EXAMEN. La Miss Paraguay dijo que el presidente de la República le enseñó trucos para responder sobre algunas cuestiones relativas al país, en cultura general y otros temas de interés, para que Riquelme pueda tener una buena participación que le dé chances para ganar el certamen. “Me enseñó todos los espacios que tenemos y que deberíamos de explotar: los espacios turísticos, y también me enseñó pequeños truquitos de prensa”, afirmó.
Sin embargo, Riquelme no pasó la prueba de los periodistas cuando fue consultada sobre la cantidad de departamentos que tiene Paraguay. Solo atinó a responder: “Ahí me mataste”. Comentó que tiene buen conocimiento del idioma inglés y un buen bachillerato.
POLÍTICA. La representante de la belleza paraguaya dijo que está a favor del gobierno de Fernando Lugo y que apoya la idea de la reelección presidencial.
Remarcó que está gobernando muy bien a pesar de que es una tarea difícil ante los problemas que tiene que solucionar en las áreas social, económica y política.
“Le dan simplemente 5 años para hacer todo eso cuando recién está empezando (su mandato)”, significó.
Dijo que no fue galanteada por Lugo porque este le trató como si fuera su “papi”.
Afirmó que el presidente es un hombre atractivo y que le llamó la atención que sea muy alto. “No esperaba que sea tan alto, para mí sobre todo, pues me cuesta muchísimo encontrar gente alta, aunque mirá los tacos que tengo, no son nada bajitos tampoco”, señaló. Lugo firmó un autógrafo en el libro del Bicentenario que será regalado por la Miss al empresario norteamericano Donald Trump, máximo organizador del certamen de belleza.