Una propuesta atrevida y arriesgada fue la que presentó el creativo Nicolas Ghesquière, al frente de Louis Vuitton, en la semana de la moda en París. En pasarela se vio chaquetas de cuero combinadas con faldas de tul o pantalones fruncidos, un estilo vanguardista mezclado con revival de la Belle Époque. Como broche final se presentó una selección de toreras con clara inspiración española, uno de los puntos fuertes de la colección. Expertos internacionales de moda afirman que las tendencias fueron desplazadas por la necesidad de exponer claros mensajes en pasarela, como el problema del medioambiente, la recesión económica o la crisis del coronavirus.