Por Rodrigo Houdin - @rodrigohoudin
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“Un trabajo para muchos pero que solo desean realizar pocos”, así describe su labor diaria, Rufino García, quien se dedica desde hace 12 años a convertir piedras en su estado natural en piezas que luego se transformarán en manos de los artesanos locales, revestidos, mesas, altares, y otros objetos.
“Sacar las de piedras de la canteras, muchas veces es cuestión de suerte. Hay días en que sacamos piezas de buena calidad y otros días no. Generalmente trabajamos para cubrir pedidos de los artesanos quienes piden tamaños y calidades distintas. Las piezas grandes no siempre salen”, explica Rufino.
El canterero señala que muchas veces el clima no favorece la labor. “En verano estamos obligados a trabajar a partir de las 4 de la tarde y si llueve suspendemos el trabajo por el cambio de temperatura corporal”, añade.
El picaprerero explica que él trabajo en un predio alquilado en compañía de dos amigos. “Nosotros pagamos el alquiler siempre, salgan o no muchas piezas. La mayoría trabaja de la misma forma. En semanas buenas, podemos ganar hasta G 500 mil cada uno”, apunta.
Sobre las condiciones insalubres del trabajo, Rufino García, admite que el polvo de la piedra es nocivo. “Tratamos de cuidarlos lo más que podemos. No tenemos otra salida laboral”.
Artesanos
Las piezas extraídas de las canteras de piedra toman varias formas gracias al trabajo de los artesanos. Emboscada, así como Nueva Colombia, ambas ciudades del departamento de Cordillera se distinguen por contar con cientos de familias que se dedican a la artesanía en piedras.
Mesas, altares, revestidos, escaleras, pisos y decorados de piedras, toman forma en los talleres artesanales.
25 metros cuadrados de revestido para paredes en un día, una mesa con sillas terminada en 4 días, un altar mediano en 8 días; forman parte de la rutina del trabajador artesanal, según explica Eustaquio Ortiz, quien se dedica a los trabajos en piedras junto a toda su familia.
Productos
Una mesa pequeña con banquitos, se comercializa en Emboscada a 700.000 guaraníes, Mientras que las de mayor tamaño con 4 sillas, se venden entre G. 1.200.000 a G. 1.700.000 guaraníes.
Por otra parte, los populares revestidos para paredes, dependiendo de la calidad, se comercializan entre 27 mil a 70 mil el metro cuadrado. “Cada 10 metros cuadrados tiene un peso de 100 kilogramos”, explica Eustaquio Ortiz.
“La ventaja que representa para los cliente venir a llevar lo productos directamente de Emboscada es el buen precio, ya que el flete tiene un costo bastante elevado y los depósitos incrementan el valor”, añade el artesano.
Emboscada es un municipio del departamento de Cordillera ubicado a 35 kilómetro de Asunción. La ciudad cuenta con cerca de 1.500 habitantes y su principal actividad económica es la extracción de piedras de las canteras.