Uno de los avances más importantes para la humanidad fue darle vida al concepto del desarrollo sustentable (o sostenible) a través del informe de las Naciones Unidas, publicado en 1987 por la entonces ministra noruega, Gro Harlem Brundtland. En el 2017, serán 30 años del informe Brundtland y ya es tiempo de que empecemos a utilizar este concepto en las empresas, gobierno y sociedad civil. Satisfacer las necesidades del presente sin comprometer las necesidades de las generaciones futuras es la síntesis del principal desafío del siglo XXI.
Tradicionalmente, en Paraguay se logran concretar proyectos en dos dimensiones o 2D. Por ejemplo, cuando rápidamente nos ponemos de acuerdo para utilizar el dinero público en la construcción de viaductos para autos y al mismo tiempo posponemos necesidades ciudadanas urgentes, como el Metrobús o las bicisendas. O cuando realizamos acciones de responsabilidad social puntuales sin una visión de transformar esas acciones en políticas públicas integrales. O cuando priorizamos reivindicaciones sectoriales perjudicando importantes inversiones para el crecimiento económico de todo el país. Cuando algún tercero es excluido, no es posible tener un desarrollo sustentable.
Mirar la realidad en 2D quizás no siempre sea malo, pero siempre tendrá una visión limitada de las cosas. Por ello es clave que así como disfrutamos películas con lentes 3D, empecemos a mirar al Paraguay desde el paradigma de la sustentabilidad. La sustentabilidad es la armonía entre el desarrollo económico, la inclusión social y el cuidado ambiental. Además, políticamente implica una armonía entre intereses empresariales, públicos y de la sociedad civil organizada. Algunos se refieren a este mismo concepto con la palabra “sostenibilidad”, pero otros como yo utilizamos la palabra “sustentabilidad”, porque vemos que hay cosas que si bien se “sostienen” en el tiempo como algunos partidos políticos y multinacionales, estos no necesariamente se “sustentan” en la armonía de lo económico, social y ambiental.
Iniciativas como el Mes de la Cultura Sustentable y la Expo Sustentable, organizadas por la Red Paraguaya por Ciudades Sustentables que reunió a empresas, organizaciones e instituciones públicas y privadas comprometidas con la sustentabilidad, nos muestran que hay gente que ya está usando los lentes de la sustentabilidad. Hay señales de esperanza; solo falta que nos sumemos todos a este nuevo paradigma.
(*) Politógo, socio ADEC. Emprendedor social y especialista en liderazgo y administración de organizaciones con enfoque en sustentabilidad. Cofundador de la Red Paraguaya por Ciudades Sustentables y CEO de Conciencia, Estrategias Sustentables.