No es desconocida la historia de amor de Carlos Báez y la recordada Valencia, que en unos días cumpliría 67 años. Una historia que trasciende dimensiones, pues la cantante falleció hace unos años, pero el amor de él se mantiene intacto, así como la entrega de este padre a los frutos de su amor: Luis Carlos de Jesús y Kevin David.
Lo que nadie sabe es sobre cómo Carlos y Valencia llevaron adelante una vida artística tan prolífera con dos hijos que criar. Sin embargo, para él, aparte de su matrimonio con su amada y la vida artística que compartieron juntos, otro de los momentos mágicos de su vida fue el nacimiento de sus hijos.
La música y la familia
Con las giras por el país y a nivel internacional, presentaciones en televisión, lógicamente la agenda de la pareja de cantantes era muy apretada. De hecho, cuando los hijos eran pequeños, la pareja decidió regresar al país y asentarse para estar cerca de la familia.
Si bien los chicos no se dedican a la música, a menudo dan una mano en las actuaciones y shows de su padre. “Solemos cantar en familia”, comenta Carlos sobre sus hijos.
El mayor, Luis Carlos es padre de Christopher de 5 años, “nuestro Lion Kid” como lo llama su abuelo. El hijo mayor de la pareja es dueño de una productora de televisión y cine; mientras que Kevin es diseñador gráfico, con trabajos realizados para Estados Unidos.
“Tengo la alegría y la satisfacción de haberles inculcado los mejores valores de la vida, el respeto, la honestidad y mucho amor”, dice el orgulloso padre, que impulsa no solo a sus hijos, sino a todos los jóvenes a “que sigan sus sueños hasta concretarlos y fijar sus metas hacia las estrellas”.
Una melodía de amor
A solo unos días del aniversario de su amada Valencia, su viudo, Carlos Báez la sigue rememorando como su Valkiria con estos versos que escribió para ella: “¡Felicidades mi Valkiria de todos los tiempos! Y mientras este sol de otoño destiñe de gris y perla los amaneceres colgados de un cielo opaco y lejano! (…) Hoy tu eterna risa de pájaros y flores se descuelga de las nubes recordándome el suave murmullo del agua dulce y cristalina que desciende de las montañas del alma”.
Estos son solo fragmentos aislados del homenaje que simboliza el amor eterno a su esposa Valencia, Val o Valkiria como él le llamaba a su guerrera vikinga de la música. “¡Me considero un caballero andante, protegiendo su amor con lanza en ristre!”, afirma el compositor sobre su amada y manifiesta que el leitmotiv de sus canciones es, inexorablemente el amor.
Claro está que la musa inspiradora de una de las principales canciones de los Aftermad’s, fue la que compuso para Valencia, titulada “Color de universo”, cuya letra estaba escrita en una tarjeta de Navidad que le había regalado a su entonces novia, en el año 1973.
La conocida anécdota de cómo se conoció la pareja se remonta a la época de los Aftermad’s cuando el grupo fue contratado para actuar junto a los Tommys en la fiesta de colegio de Valencia. Allí surgió el amor y la historia de una relación musical que duró tres décadas, pero que perdura en el corazón de Carlos y sus hijos.
El Show debe continuar...
A 10 años de la partida de su compañera y madre de sus hijos, el eterno enamorado se encuentra realizando shows tanto como solista como con la Melody Band, interpretando temas de los “años dorados” de la década de los 70 y 80.
“Componiendo y cantando es el camino para expresar nuestro sentimiento”, asegura el cantautor y anuncia su próxima actuación como solista que será este domingo para festejar el Día de los Padres románticos “con las mejores canciones de los Aftermad’s”, anuncia Báez.
La cita será en el local de la Cafebrería (Malutín y Lillo), a las 21:00. Para reservas se puede contactar al (0984) 902-284.
La siguiente presentación, también conmemorando a los padres tendrá lugar en el Supermercado Real de San Vicente el día 20 de junio.
Para más información sobre los shows y contratos contactar al número del artista al (0994) 276-240.
