Los diputados liberales, Roya Torres y Cleto Giménez, no cumplen con la ley que prohíbe el tráfico de influencias, ya que ambos fueron claves para que ingresen a trabajar en dependencias el Congreso Nacional sus respectivos hijos.
Tampoco cumplen las promesas que hicieron de que tanto Elías Godoy Torres, hijo de la diputada, y, Danna y Johana Giménez Rotela, hijas del legislador, renunciarían. Los tres siguen sin presentar nota alguna a la Dirección de Recursos Humanos de la Cámara Baja.
El titular de este cuerpo legislativo, Raúl Latorre, había reaccionado al sentirse acorralado por los cuestionamientos de la ciudadanía a las masivas contrataciones de planilleros y demás parientes de sus colegas durante su gestión. No tuvo mejor idea que anunciar que contrataría más operadores. Ahora Torres y Giménez se burlan de la ciudadanía, puesto que sus hijos no renuncian y tampoco van a trabajar.
Semanas atrás, los diputados cuyos hijos sufrieron el escarnio público debido a los escandalosos salarios que saltaron a la luz pública sin haber hecho concurso y prometieron que renunciarían a sus cargos.
Las renuncias no se han formalizado de acuerdo con funcionarios de la Dirección de Talento Humano del ente.
Giménez fue el primero que mediante redes sociales había informado sobre la renuncia de sus hijas Danna y Johana a sus cargos en la Cámara de Diputados, donde figuran con salarios de G. 7.700.000 y G. 3.300.000, respectivamente.
No obstante, no lo han hecho y tanto Danna como Johana llevan cobrados casi G. 40 millones y G. 20 millones, respectivamente, si tomamos que perciben ingresos de la Cámara desde el mes de setiembre hasta diciembre, incluyendo el aguinaldo proporcional.
A eso hay que agregar que tampoco presentó renuncia, Liz Liliana Rotela, esposa del diputado, que ostenta un salario de G. 4.500.000.
Del mismo modo, tampoco se registró la renuncia de Elías Godoy Torres, que gana G. 9.500.000 y es hijo de la diputada, Roya Torres.
El nombrado como “asesor” de la Cámara Baja a sus 19 años el pasado mes de setiembre lleva cobrados más de G. 40 millones si consideramos su salario mensual y aguinaldo proporcional.
Aún así se desconoce su función, además de que se ha constatado que solo asistió a una oficina parlamentaria en el Este del país montada por su madre, al solo efecto de que se constate de que hacía oficina. Antes había simulado que trabajada como comisionado en la Dibén. Aún así, ni antes ni después de esa ocasión se tiene registrado que asista al trabajo.
Otros casos. Quienes directamente niegan la posibilidad de siquiera considerar renunciar, pese a que entraron a la función pública por la ventana, es decir, sin concurso, son Montserrat Alliana, hija del vicepresidente de la República, Pedro Alliana.
El vicemandatario había rechazado que su hija renunciará.
También rechazó la posibilidad de renunciar al cargo de “asesora”, con G. 10 millones de salario, la hija del diputado Alejo Ríos, Elida Ríos. Esta reconoció que no solo ella, sino que todos entran sin concurso.
Hay que agregar que la funcionaria Silvana Adorno, hija del diputado José Adorno, justificó su contratación por parte de su propio padre, pese a tratarse de claro caso de nepotismo.
Silvana percibe la suma de más de G. 4 millones mensuales.
Solo Alejandro Ovelar, hijo del presidente del Congreso, Silvio Ovelar, cumplió y presentó su dimisión.
9.500.000 de G. es el salario asignado a Elías Godoy Torres, nombrado para asesorar a su madre. Está desde setiembre.
7.700.000 de G. gana Danna Giménez Rotela, mientras su hermana Johana, ambas hijas del diputado percibe G. 3.300.000.