Casas de chapa, madera o cartón, suelos de tierra o falta de servicios básicos. Estas son las condiciones habitacionales que afrontan día a día los 4 millones de argentinos residentes en barrios populares, asentamientos precarios que son una viva muestra de las grandes desigualdades del país.
Las crisis económicas cíclicas que vive Argentina empujaron a una parte importante de su población a este tipo de viviendas, la grieta más visible entre las diferentes clases sociales de un país que vuelve a ver cómo se derrumba el valor de su moneda y se disparan los precios.
La organización social Techo, que trabaja para mejorar las condiciones de vida de las comunidades de barrios populares, denunció esta situación al colocar este miércoles frente a la Casa Rosada, sede del Gobierno argentino, la “Casilla Rosada”, un ejemplo del tipo de casas en las que habita uno de cada 10 argentinos. “A la Casa Rosada va quien el pueblo elige. La Casilla Rosada la habitan quienes no eligen”, resume Virgilio Gregorini, director ejecutivo de Techo en Argentina.
En estos 4.416 barrios repartidos por toda Argentina se estima que viven 4 millones de personas, alrededor del 10% de la población del país, atendiendo a los datos del último censo nacional, realizado en 2010. EFE