El Departamento Forense del condado de Los Ángeles publicó una lista de víctimas mortales sin dar identidades. Ocho de los muertos fueron encontrados en la zona del incendio de Palisades y 16 en la zona del incendio de Eaton, según el informe.
Los denodados esfuerzos de los bomberos han frenado en parte la propagación del incendio en Palisades, que se aproximaba al lujoso Brentwood y el densamente poblado Valle de San Fernando.
CLIMA NO FAVORECE. Sin embargo, las condiciones empeoran con el “comportamiento extremo del fuego y condiciones que amenazan la vida” en los siguientes días.
Los vientos de hasta 110 km/h causan una “situación particularmente peligrosa (PDS, en inglés)” que sería declarada desde primeras horas de hoy, martes, dijo Rose Schoenfeld, del Servicio Meteorológico Nacional(NWS).
Estas ráfagas de viento podrían avivar las llamas y levantar brasas de las zonas quemadas existentes hacia nuevas áreas, advirtieron los bomberos.
El jefe del Departamento de Bomberos de Los Ángeles, Anthony Marrone, dijo que su departamento recibió recursos, incluidas decenas de nuevos camiones cisterna y bomberos desde lugares lejanos, y que estaba preparado para enfrentar la renovada amenaza.
Cuando se le preguntó acerca de si los hidrantes podrían quedarse nuevamente sin agua, como pasó en el brote inicial de incendios la semana pasada, la alcadesa Karen Brass respondió: “Creo que la ciudad está preparada”.
EVACUADOS.Mientras tanto, la frustración aumentaba para los miles de evacuados a quienes las autoridades han dicho que no podrán volver a sus hogares antes del jueves.
“No va a ocurrir hasta que finalice la bandera roja que está en curso”, dijo Marrone al hablar de los fuertes vientos que se esperan como mínimo hasta el miércoles.
“Por favor, estén seguros de que la primera cosa el jueves será empezar a hablar del retorno”, agregó.
Algunos han hecho filas durante horas con la esperanza de volver por medicamentos, ropa o por sus mascotas.
El sheriff Robert Luna dijo que las escoltas a estas zonas se suspendieron por las peligrosas condiciones, además por la necesidad de recuperar los cuerpos de las víctimas.
En algunas zonas, el fuego convirtió casas en cenizas y dejó rastros de metal fundido de los coches quemados.
Las autoridades efectuaron muchos más arrestos, incluyendo a un sospechoso disfrazado de bombero que pretendía entrar a robar.