Sandra Valinotti es una especialista confitera, que al volver a Paraguay después de pasar una estancia de trabajo en París, decidió crear su pequeña empresa, a la que bautizó con el nombre de Madelina, en homenaje a su abuela. Ella se decantó por elaborar alfajores y productos de confiterías, pero sin azúcar, a pedido de su padre, que padece de diabetes. Por eso, sus productos son especialmente dirigidos a las personas con esta condición, así como a aquellas que tienen sobrepeso o que se encuentren a dieta. “Nosotros acabamos de ganar un premio del Ministerio de Industria, que se creó para apoyar a los microemprendedores, nos entregaron maquinarias para la producción, justamente para poder ingresar a los supermercados”, cuenta Sandra. Especificó que sus productos ya tienen registro y están listos para ingresar al gran mundo de las ventas masivas. La emprendedora produce junto a otras dos personas y espera poder dar el gran salto que le ayude a que su empresa crezca, hasta llegar a producir tanto que pueda exportar sus alfajores.