César Matto, funcionario de tránsito de la Comuna serrana, comentó que la gran cantidad de motocicletas incautadas por infracciones varias fueron cometidas por sus respectivos dueños, cuyos biciclos fueron trasladados a un corralón improvisado que tiene la Municipalidad en las cercanías del local comunal, donde existen motocicletas que han sido incautadas en el año 2018 y sus dueños nunca se acercaron para interiorizarse de la situación en que se encuentran sus máquinas. Prácticamente las olvidaron y las dejaron abandonadas.
Lo que destaca el funcionario es que no solo los jóvenes son quienes instalan los roncadores a sus motos, ahora aparecieron algunas personas adultas, y padres de familia, que igualmente utilizan los ruidosos aparatos colocados en sus móviles, asociándose y generando una gran polución sonora, ocasionando malestar y disconformidad entre los pobladores de Caacupé.
Los molestos ruidos no solo se llevan a cabo en horas del día, sino que también en horas de la noche y en varias ocasiones en la madrugada.
“Caacupé ahora soporta la enervante polución sonora, también causada por personas adultas, incluso algunos padres, imposibilitando el descanso e interrumpiendo el sueño de la gente trabajadora”, refirió César Matto, agente de tránsito de la Comuna caacupeña. DB