El presidente electo del Congreso, Blas Llano, está a favor de la reglamentación de la pérdida de investidura.
Hay un proyecto pendiente en Diputados, en el que se establece una mayoría de 23 senadores y 41 diputados para expulsar a un parlamentario.
Actualmente, de acuerdo a lo que establece la Constitución Nacional, una vez que ambas Cámaras tengan cuórum solo necesitan una mayoría de los presentes.
Justamente, la pérdida de investidura ya afectó a la bancada de Llano, con la salida de Dionisio Amarilla.
Tras su expulsión de la Cámara Alta por uso indebido de influencias, el llanismo quedó con 8 senadores.
Llano sigue lamentándose por este hecho, y alega que su correligionario fue echado sin que se lo haya imputado.
Ahora está en puertas la posibilidad que planteó Paraguayo Cubas sobre la pérdida de investidura del cartista Javier Zacarías Irún.
Este último tiene dos imputaciones, encima por causas distintas y por eso ya fue desaforado por sus pares.
“Acá, creo que tenemos que tener en definitiva una ley de pérdida de investidura”, manifestó Llano.
“En el caso de Dionisio Amarilla ni siquiera estaba imputado. Hay otros colegas que tienen imputaciones”, sentenció el liberal, aunque no especificó los nombres.
Para hacer referencia a la situación de Zacarías, nombró a su colega Desirée Masi.
“Escuché decir a Desirée Masi que no hay tráfico de influencia, que es lo que establece el Artículo 201”, dijo.
Hasta el momento, Zacarías se sigue salvando, y ya tuvo ocasión de votar por la expulsión de otros colegas suyos como Óscar González Daher, Jorge Oviedo Matto, Víctor Bogado y Amarilla.
Payo había manifestado que estaba recolectando las pruebas para la remoción de Zacarías del Senado.