Marcello Fretes, el joven rugbista que enfrenta un proceso por supuesta agresión a Benjamín Zapag, fue beneficiado con la libertad ambulatoria y en estos días se constató que se acercó a la presunta víctima, en una fiesta, en San Bernardino.
Fretes es señalado como uno de los que agredieron a Zapag en el interior de la discoteca Morgan, del barrio Villa Morra, el pasado 6 de noviembre de 2022.
El deportista tenía prohibido acercarse a la víctima como una de las restricciones impuestas para ser beneficiado con la libertad mientras dure el proceso. Tampoco tiene permitido el consumo de bebidas alcohólicas.
La abogada Sara Parquet, que representa a Marcello, justificó el actuar de su defendido y afirmó que él no violó ninguna disposición. “No tiene una resolución que le prohíba asistir a eventos”, expresó la profesional del Derecho en comunicación con Radio Monumental.
Parquet aseguró que su defendido no sabía que Zapag se encontraba en el lugar y que no lo vio en toda la noche.
Esto contradice a lo que manifestó el empresario Raúl Zapag, padre del joven agredido, que sostuvo que Fretes fue avisado de la presencia de su hijo y que, aún así, decidió permanecer en el lugar.
Por este motivo, Benjamín tuvo que dejar el sitio por indicación de sus padres.
A PRISIÓN. Por su parte, el abogado Ricardo Preda, representante legal de la familia Zapag, reveló que pedirán que el joven Fretes vuelva a prisión por ser un peligro para la integridad de su cliente.
“Nosotros vamos a pedir nuevamente la medida preventiva”, había indicado para luego agregar que desde el momento que uno tiene una medida cautelar no tiene una libertad plena.
La medida fue otorgada por la jueza Lici Sánchez durante la feria judicial.
ANTECEDENTES. Ayer se viralizó, a través de las redes sociales, un video donde se ve presuntamente a Marcello Fretes agrediendo a un joven.
El hecho habría sucedido tres años atrás y en las imágenes se observa a un joven que es agredido con golpes de puño, pero que no responde al ataque para no seguir con la pelea.
Raúl Zapag comparó la golpiza que sufrió su hijo con lo sucedido con Fernando Báez Sosa, que murió a consecuencia de una zurra propinada por una turba de jugadores de rugby en Villa Gesell, Argentina. “Tenía 18 años igual que nuestro Benja (Zapag). La única diferencia es que nuestro hijo está vivo, gracias a Dios, y no voy a parar hasta que los violentos estén presos. Argentina tiene Justicia y (esta es) la oportunidad de mejorar como sociedad gracias a este fallo judicial”, expresó a través de las redes sociales.